A nadie le gusta estar enfermo, y mucho menos en verano. Pero quienes lo pasan peor en esta situación son los niños, que, como es propio, lo que quieren hacer en la época estival es jugar, divertirse y disfrutar de sus vacaciones escolares y, aunque esto pueda verse truncado por la estancia en el hospital, no significa que el verano tenga que ser aburrido ni que los más pequeños tengan que renunciar a un dulce helado.

Desde la Unidad de Actividades Motivacionales del hospital Reina Sofía se trabaja durante todo el año organizando actividades y talleres para que la estancia de los más pequeños sea lo más llevadera y divertida posible. Precisamente, los niños del Reina Sofía recibieron ayer una visita muy especial pero, sobre todo, dulce y refrescante. Y es que el carrito de helados de la heladería Buonisssimo fue hasta el área infantil del complejo hospitalario para llevar la cara más dulce del verano a estos pequeños pacientes, que recibieron a Daniele Scolari y a su equipo de voluntarios con gritos de alegría, saltos y una gran sonrisa, que compartieron con sus padres y demás familiares.

Tras unos momentos de gran emoción, cada niño tenía su correspondiente helado (siempre con el permiso de los facultativos) y Daniele comenta, sobre la idea de venir los veranos a repartir helados gratis entre los niños del hospital, que «la iniciativa surgió hace un año; hace tiempo que colaboramos con otras asociaciones solidarias y pensamos que sería bonito ayudar a que los niños disfruten de una época tan bonita como es el verano y que no se la pierdan por tener que estar hospitalizados». Asimismo, Ana Calvo, responsable de la Unidad de Actividades Motivacionales, agradece la visita y la predisposición tan positiva que tienen desde la heladería de ir al hospital para que los niños disfruten, y afirma que «estamos encantados de que vengan, y además sus helados son muy naturales, con lo que, además, les viene bien a los niños para reducir, por ejemplo, el exceso de mucosidad». Además, señala que «está demostrado que una actitud positiva y alegre acelera el proceso de curación de las enfermedades, por lo que estas actividades siempre son bienvenidas».

Al fin y al cabo, nunca está de más llevar algo de alegría a los que más la necesitan, y si es de una forma tan dulce, mucho mejor.