Las campañas de la Dirección General de Tráfico (DGT) para concienciar sobre el riesgo que supone no respetar los límites de velocidad se repiten periódicamente, pero sin embargo aún son muchos los conductores que reconocen que los superan y numerosos los accidentes provocados por quienes pisan el acelerador más de la cuenta. Según la DGT, la velocidad excesiva (conducir por encima de los límites establecidos) o inadecuada (dentro de lo permitido pero sin ajustarse a las condiciones de la vía, el vehículo o el conductor) está detrás de la cuarta parte de los accidentes de tráfico. En Córdoba, de los 1.105 accidentes que se produjeron en el 2015, el exceso de velocidad fue la infracción principal concurrente en 212 casos. Además, en el primer semestre del 2017 ha estado detrás del 33% de los siniestros con víctimas mortales registrados en las carreteras de la provincia.

Un estudio de la Universidad de Valencia sobre la efectividad de los radares como medida de control resalta que «la velocidad excesiva reduce el tiempo de reacción; dificulta el control del vehículo y la rectificación de la trayectoria; aumenta la agresividad y el estrés del conductor, y altera el funcionamiento sensorial (disminuyendo el campo visual) y el fisiológico (aumentando el nivel de fatiga)». Además, según la Dirección General de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea, el exceso de velocidad aumenta tanto el riesgo de sufrir accidentes como la probabilidad de sufrir lesiones de carácter grave. Una situación que se produce también en el caso de atropellos a peatones, ya que según la OMS a partir de 80 km/h es prácticamente imposible que un peatón se salve en caso de atropello.

INCUMPLE UNO DE CADA TRES // No obstante, como insiste la DGT, a pesar de todas estas evidencias, los límites de velocidad siguen sin respetarse por la totalidad de los conductores. A la hora de ser encuestados, uno de cada tres reconoce que los supera. Según la DGT, el 37% de los españoles afirma que supera los límites en autopistas o autovías; el 34%, en carreteras convencionales y el 11%, en zonas urbanas. Además, en el último estudio de medición de la velocidad libre realizado por la DGT, los indicadores obtenidos describen que las vías convencionales limitadas a 90 km/h son las carreteras donde más se incumplen los límites de velocidad. De hecho, cuatro de cada diez conductores circulan a velocidad superior a la permitida, un 25% supera la velocidad en más de 10 km y un 12% en más de 20 km/h.

Precisamente por eso, y porque las carreteras convencionales registran ocho de cada diez fallecidos, es por lo que se han aumentado en ellas los controles con radares móviles. En el caso de Córdoba, en la actualidad hay 30 tramos vigilados con estos medios (ver gráfico). La N-432, Badajoz-Granada, que además tiene tres radares fijos, está a la cabeza con siete móviles. En el último listado de puntos de control de velocidad en la provincia cordobesa publicado por la DGT se han incluido, respecto al dado a conocer en febrero, la CH-2 (Córdoba-Almodóvar), la A-331 (Lucena-Iznájar), la A-3130 (Montilla-Nueva Carteya) y un nuevo tramo de la A-431 (la carretera de Palma). También ha variado el tramo controlado en la A-306 (El Carpio-Torredonjimeno).