Este año no habrá campanitas, ni perol, ni cacharritos. El covid-19 ha desterrado el bullicio popular en el barrio de La Fuensanta que cada año despedía el verano y que marcaba en el calendario la vuelta a la rutina, ya fuera al trabajo o a las escuelas.

Pero la Velá de la Fuensanta pervive en la memoria de los cordobeses y con motivo del paréntesis de la pandemia, Diario CÓRDOBA rescata de su achivo varias instantáneas, recuerdos en blanco y negro, que retratan cómo se vivía la fiesta hace ya unas décadas, allá por los años ochenta y noventa del siglo pasado.