El vicepresidente de la asociación vecinal Unión y Esperanza, Antonio Fernández, afirmó ayer que esta entidad tiene documentación que justifica las carencias denunciadas en el barrio de Palmeras, en respuesta al desmentido realizado por la Junta de Andalucía al diagnóstico Eracis (Estrategia Regional Andaluza para la cohesión e inclusión social. Intervención en zonas desfavorecidas). Entre otras cuestiones, el Gobierno andaluz ha rechazado la existencia de infraviviendas y también ha negado que los nuevos inquilinos tengan que abonar la deuda de los anteriores a la Agencia de Vivienda y Rehabilitación (AVRA).

Antonio Fernández señaló que «claro que hay infravivienda y lo saben, pero no lo van a reconocer», y detalló que en los pisos arrendados por la Junta hay materiales que «se deterioran» como las ventanas, las puertas y los sanitarios, pero algunas familias «no pueden pagar por su situación».

A esto añadió que cuentan con información que confirma que se realizan compromisos de deuda con los adjudicatarios de las viviendas, lo que implica que la persona a la que se le concede tiene que asumir lo que debe la anterior, porque «ellos no consideran que la deuda la tenga la persona, sino la vivienda». Además, destacó que se les obliga a contratar un seguro de hogar que tiene a AVRA como beneficiaria.

Antonio Fernández explicó que los vecinos ya no se molestan en solicitar cambios de vivienda cuando tienen problemas de movilidad, «porque saben que no cumplen los requisitos» para conseguirlos, que consisten en que el inmueble, tanto de la persona que lo necesita como de la que lo quiere intercambiar, no tenga deudas. Por esto, comentó que hay dos familias con algún miembro en silla de ruedas que «no pueden cambiar de vivienda» y mudarse a un bajo.

En otro orden de cosas, también manifestó que, en las obras de reforma realizadas por la Junta, se han «sellado» las salidas a las azoteas de los trece bloques que componen el Patio Pico Mulhacén, porque había dos que no hacían un buen uso de estos espacios, e indicó que se ha hecho lo mismo en algunos edificios de Pico Aneto. De este modo, lamentó que AVRA cierra a mediodía y los fines de semana, por lo que se preguntó a quién pueden recurrir los vecinos si se registra algún problema o, por ejemplo, se inundan las azoteas. Asimismo, apuntó que no se ha respetado lo acordado con los vecinos y se han instalado celosías en los bloques que permiten que entre el agua y se mojen los pasillos comunitarios.