Tanto el presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC), Juan Andrés de Gracia, como el del consejo de distrito Sur, Antonio de la Rosa, reconocieron ayer sus esperanzas sobre el proyecto del Grupo Lar para urbanizar y levantar un barrio cosmopolita y a la vez sostenible en las 14 hectáreas del Cordel de Écija, una zona residencial, de equipamientos y lúdica con una inversión de 500 millones de euros.

Sin embargo, también coincidieron ambos representantes ciudadanos en la necesidad de tener más datos sobre el plan, que si bien conocieron en una reunión a la que se les convocó, no les ha llegado aún formalmente como documento para su debate tanto en el CMC como por el consejo de distrito. «Las ideas para el Cordel de Écija, y lo digo a título personal, me parecen buenas, pero solo puedo hablar por mí mismo, porque el CMC no debate ideas, sino proyectos», dice De Gracia.

Más coincidencias entre los presidentes del CMC y del CDS: no ocultaban dos recelos principales, quizá hasta obvios. Primero, que el plan no cuaje, porque «estaremos generando desesperanza, con tantos proyectos que después no se ejecutan», sintetizaba De Gracia. El segundo, porque «no se trata de llevar el Centro al Sur, sino el Sur hacia el Centro, hay que conseguir que sea un proyecto suficientemente permeable, que integre a todos los barrios vecinos. Sé que por ahí van los tiros, de entrada, con los puestos de trabajo que se crearían. Pero no podemos permitir que la avenida de Cádiz se convierta en un muro socioeconómico», advierte Antonio de la Rosa.

IMPACTO DE LA NOTICIA / Una vez que Diario CÓRDOBA dio a conocer el sábado las ideas maestras del plan, que se han ido presentando en discretísimas reuniones en los últimos meses y que diseñaron los arquitectos Pedro García del Barrio y Rafael de La Hoz, los distintos grupos políticos municipales y el presidente de la Federación Comercio Córdoba, Rafael Bados, se mostraron en general satisfechos, aunque cada cual con matices y siempre a la espera de más información. Especialmente se saludó la filosofía del plan (unas 2.000 viviendas, con una gran área de comercio de cercanía y otra zona que concentrará equipamientos), así como el calado de la inversión, su impacto socioeconómico en el distrito Sur o la ubicación, sobre 14 hectáreas desde el Puente de San Rafael al Puente de Andalucía, con un puente peatonal y configurándose también como un barrio turístico auxiliar de las necesidades del Casco Histórico.

Tras pronunciarse el sábado el PP, Cs y la alcaldesa, Isabel Ambrosio, ayer mismo también lo hacía el grupo del PSOE con la concejala Carmen González, que en una nota destacó que el proyecto «demuestra que Córdoba está en el mapa de los inversores», abogando por «sentirnos orgullosos de nuestra ciudad».

Por su parte, Rafael Serrano, de UCOR, consideró que el proyecto «parece una oportunidad de ciudad, una inversión que generaría puestos de trabajo, viviendas y, lo más importante, a ejecutar en una zona de la ciudad muy necesitada». Más aún, «deberíamos aprovechar para exigir que una parte de esas viviendas sean de alquiler social». UCOR se muestra «a favor de nuevos proyectos que ilusionen, que generen puestos de trabajo», especialmente «en las zonas más desfavorecidas de la ciudad». El edil también considera que «ya es hora de que la ciudad deje de vivir de espaldas al río» y, aunque «falta por concretar el proyecto», «a primera vista parece bueno para todos».

Quien aún no se ha pronunciado públicamente sobre el proyecto, pese a las reiteradas peticiones de este periódico, ha sido precisamente el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo y primer teniente de alcalde, Pedro García.