Representantes de distintos colectivos reclaman soluciones para las parcelaciones del entorno protegido de Medina Azahara, y su coexistencia pacífica con el yacimiento, y quieren conocer los efectos que tendrá su declaración como Patrimonio de la Humanidad. Una delegación formada por representantes de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara, del Consejo del Movimiento Ciudadano, del consejo de distrito de El Higuerón y de las parcelaciones de Las Pitas, Córdoba la Vieja, la Gorgoja II, situadas en el entorno protegido de Medina Azahara, se ha reunido con la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, para abordar la situación de estas urbanizaciones.

El presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano y coordinador de Ciudad Física de Al-Zahara, Juan Andrés de Gracia, explica que la Junta «va a esperar a ver qué dice el Icomos sobre la presencia de estas parcelas». Además, añade, «vamos a intentar que Cultura y Ordenación del Territorio vuelvan a hablar para ver si van a seguir adelante con las conclusiones de la oficina que se creó hace unos años, que generó ilusión y que planteaba soluciones». De Gracia indica que «si Cultura aceptara una fórmula determinada, estas tres parcelaciones podrían avanzar más rápidamente en su legalización y dotación de servicios». De Gracia propone «buscar una solución intermedia que permita una coexistencia pacífica de los tres núcleos con el yacimiento y para eso Cultura debe dar su opinión y Ordenación del Territorio, participar». A su juicio, las tres urbanizaciones «no afectan al bien a proteger». Las tres soluciones planteadas en el 2010 eran la integración en el paisaje, que es la que prefieren los vecinos; comprar y tirar; y localizar suelo para reubicar viviendas.

Por otro lado, los colectivos vecinales piden a Urbanismo que colabore con Barquera Norte tras la anulación de su proyecto de reparcelación con el fin de «agilizar plazos», ya que «debía haber velado por que el procedimiento fuera el adecuado y debe asumir una parte de corresponsabilidad». En cuanto a Cuevas de Altázar, que ha pagado a Urbanismo más de 700.000 euros que se destinarán al Parque de Levante, recuerda que «había un acuerdo histórico», que «la ciudad no pretende financiarse a costa de las parcelaciones». Por ello, exige que los próximos presupuestos incluyan demandas de la zona, como la sala de barrio de Villarrubia, y que «lo que abonen las parcelaciones se quede en su distrito».