El nuevo decreto de la Junta que regula las actividades recreativas no ha gustado a los vecinos. Tanto la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara como la asociación de La Axerquía transmitieron ayer sus quejas en relación al mismo y avisaron del caos que generará.

Al-Zahara afirma que «se vuelve a poner a la ciudadanía en una posición de debilidad frente a los negocios de hostelería», por lo que el decreto es «un nuevo jarro de agua fría en la tan complicada relación entre ocio y convivencia vecinal». Además de criticar que su aprobación haya sido el último día de julio y «sin el necesario consenso de todas las partes implicadas», la federación asevera que «actualmente el Ayuntamiento no tiene capacidad para controlar toda la problemática concerniente a veladores, mobiliario, autorizaciones, etcétera» y ahora debe «sumar el control sobre actuaciones en directo de pequeño formato» y nuevos horarios. Por ello, afirma que «si hoy en día el Ayuntamiento no dispone de medios para regular la situación actual, se entiende que con este nuevo decreto» esta «se va a tornar más caótica e inasumible para las vecinas y vecinos de nuestra ciudad, que ven incrédulos» que «se va a permitir que el nivel de ruido, masificación y molestias al vecindario vaya a aumentar de manera considerable». Por ello, la federación va a exigir al Ayuntamiento una próxima reunión para aclarar todos los extremos de este decreto y cómo va a afrontar su implantación en la ciudad.

Por su parte, la asociación de vecinos de La Axerquía, que no descarta acciones judiciales de los vecinos, piensa que el nuevo decreto, «con su ampliación de horarios, respalda los reiterados incumplimientos que de facto se están cometiendo y solamente favorecería al sector de ocio (turismo y hostelería) dañando seriamente la vida del vecindario». A su juicio, la Junta, «cuando afirma que las organizaciones vecinales han participado en la elaboración del decreto y que este es el resultado de un consenso», «nos quiere hacer cómplices de una norma que va en contra nuestra, especialmente en contra de los cascos históricos». La Axerquía insiste en que no ha habido participación y afirma que la nueva norma «transgrede derechos constitucionales básicos recogidos en nuestra Constitución y en nuestro Estatuto» y «contradice la Directiva Europea del Ruido». El colectivo alude a las alegaciones presentadas por esta asociación y por Al-Zahara que no han recibido respuesta.

La asociación piensa que «el incremento de nivel de ruido nocturno será especialmente intenso en el centro de las ciudades, en los cascos históricos y zonas turísticas, que son los lugares donde se concentran los locales de hostelería y restauración». La Axerquía recuerda que en las zonas de gran afluencia turística, que en Córdoba abarca casi todo el casco, donde viven 33.000 personas, el horario de cierre se podrá extender hasta las tres de la madrugada. A su juicio, «si con la normativa anterior se registraban centenares de quejas, con el nuevo decreto, mucho menos garantista, el sector del ocio podrá prácticamente hacer lo que le dé la gana en materia de emisión de ruido sin que los residentes dispongan de ninguna herramienta jurídica eficaz para proteger su derecho al descanso». Además, piensa que «la patata caliente la tienen los ayuntamientos».