La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara ha presentado alegaciones al borrador de la orden por la que se aprueban las bases para la concesión, por parte de la Junta, de subvenciones para la rehabilitación de edificios y viviendas. Este borrador ha estado en exposición pública desde el 26 de julio y por un plazo de quince días que ya ha expirado, por lo que el documento aún puede sufrir cambios con las aportaciones realizadas. La federación, a través de una nota, alertó ayer de que unos 300 bloques pierden la oportunidad de tener prioridad en la nueva convocatoria de ayudas, ya que en esta ocasión las bases no contemplan mayor puntuación para aquellas comunidades que ya cuentan con proyecto aprobado desde hace años y que nunca llegaron a verlo ejecutado.

Al-Zahara recuerda a la Junta que «quedan más de trescientas comunidades de propietarios en nuestra ciudad a las que dejaron tiradas con las ayudas a los ascensores y que ya tenían proyectos aprobados» y se pregunta que «quién ha pagado el coste de todos los proyectos abandonados y quién paga los daños producidos a estas comunidades». El colectivo denuncia que «ahora en este borrador les quitan a las comunidades afectadas una puntuación básica para poder optar en mejores condiciones a las nuevas ayudas», por lo que proponen que «siga existiendo la puntuación para las comunidades que tenían sus proyectos aprobados y licencias pagadas».

Para entender la situación hay que remontarse al 2015, cuando Al-Zahara ya avisó de la existencia de unas 450 comunidades que llevaban esperando ayudas para instalar ascensores de convocatorias de los años 2005 y 2010. Entre esos bloques había más de 40 con convenios firmados, mientras que el resto tenían los proyectos aprobados y licencias concedidas. Al-Zahara se quejaba de que la orden de subvenciones de aquel año cambiaba las reglas del juego, disminuía las ayudas y no priorizaba los elevadores prometidos. Tras las quejas vecinales, la Junta tomó la determinación de atender primero a las comunidades con convenios firmados, con las que ha ido rubricando addendas para iniciar las obras, mientras que animó al resto a presentarse a nuevas convocatorias, en las que tendrían más puntuación por tener proyectos y licencias. En la convocatoria del 2015, hubo 23 comunidades que lograron ayudas; en la del 2016, 50; y en la del 2017, 71. En cuanto a los 44 convenios firmados y parados por la crisis, una treintena optaron por seguir adelante y más de veinte firmaron la addenda.

El responsable del área de Ciudad Humana de Al-Zahara, Rafael Carmona, recuerda que en las convocatorias del 2016 y 2017 la Junta valoraba con cinco puntos a los bloques con proyecto aprobado y con otros cinco a los que contaban con licencia de obra, cosa que no ocurre en el 2018, por lo que «cerca de 300 comunidades se quedan sin posibilidad de tener esa valoración y las deja tiradas».

Otra de las demandas de Al-Zahara es que no se obligue a las comunidades a presentar el informe de revisión de edificios antes de pedir las ayudas, sino una vez que las tengan concedidas. Carmona explica que en las del 2016 y 2017 «hay bloques que han hecho una inversión y después su solicitud no ha sido aprobada».

En cuanto a los 44 bloques con convenios firmados en el pasado, señala que hay casos en los que las obras aún no han terminado y otros en los que los elevadores están instalados y aún no funcionan, por lo que lamenta el «desbarajuste existente».