La madrugada del martes al miércoles pocos cordobeses pudieron dormir con placidez debido al calor y el bochorno que hacía. El motivo de tanto insomnio fue que durante esa noche se registró en la capital cordobesa la temperatura mínima más alta de lo que va de verano, 26,6 grados medidos en el Observatorio del Aeropuerto a las 8 de la mañana, un valor que no es el más elevado durante un mes de julio en Córdoba, pero que se aproxima bastante, pues el récord de calor nocturno por ahora lo sigue ostentando el 24 de julio de 1995, con una mínima de 27.

Con esos 26.6 grados Córdoba fue de las capitales de provincia del país con una mínima más alta, solo por detrás de Ciudad Real, con cerca de 28 grados, y Jaén con 26,8, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Los 26,6 grados se midieron en el aeropuerto, ya que en otros puntos de la ciudad a primera hora de la mañana y con el cielo prácticamente cubierto los termómetros rozaban los 30 grados. Y es que hasta entrada la madrugada de ayer en casi toda la provincia se contabilizaban valores superiores a los 30 grados. Lo que unido a pequeños chubascos y a la calima, generada por la entrada de aire cálido de África, hacía que la sensación de calor fuera mayor. Las precipitaciones fueron de barro en muchos puntos, fenómeno causado por una borrasca presente en la Península acompañada de la presencia de partículas de polvo en suspensión en la atmósfera procedente del desierto sahariano, que al mezclarse con el agua de la lluvia, formaron esa tierra.

En cuanto a las temperaturas, Córdoba estaba ayer aún en aviso naranja, pero la máxima se quedó sobre los 38 grados, siendo en Montoro más alta, 39,5. Para hoy, el aviso por altas temperaturas pasa a amarillo, al preverse una máxima de 39 grados y una mínima más baja, 22 grados.

En verano, debido a las altas temperaturas, en Córdoba aumentan las personas que acuden a centros sanitarios indicando que «presentan más cansancio, agotamiento e insomnio de lo habitual debido al calor. También los enfermos crónicos sufren más descompensaciones. Este estío estamos además apreciando un alargamiento de las alergias y resfriados propios de la primavera, que al tratarse con antihistamínicos aumentan el cansancio», señala el médico de familia del centro de salud de la Fuensanta, Rafael Rodríguez Fernández.

Cómo afecta a la salud

«El agotamiento es normal, ya que debido al calor muchas personas no tienen un sueño reparador, porque se despiertan con frecuencia. El sueño es necesario para mantener un buen estado físico y mental. Consejos para evitar el insomnio nocturno cuando hace calor son no dormir siesta superior a los 20 minutos; no leer o ver tele en la cama; darse un baño tibio antes de acostarse (no una ducha fría, para no contrastar con el calor exterior) y hacer una cena ligera, sin alcohol ni café. Tomar leche, tila o valeriana puede venir bien, porque contienen triptófano, que relaja. También es aconsejable dormir con prendas holgadas», indica Rodríguez. “Dormir con aire acondicionado no es malo, pero sí ponerlo toda la madrugada, porque puede provocar faringitis y dolor muscular», añade.