El historiador Antonio Barragán, que participó en la comisión municipal de memoria histórica, habla de la reversión del callejero en Córdoba. Ayer unas 300 personas se concentraron para exigir al gobierno municipal que no restituya los nombres de Cruz Conde y Vallellano.

-¿Qué sentido tiene la protesta?

-Tiene sentido para darle la razón a la ley y a la historia. No tiene sentido que apenas un año después del cambio del callejero otra vez volvamos a las andadas. Es un claro fraude de ley y una falta de respeto a la ciudadanía y a la historia.

-Estuvo en la comisión que señaló las calles que debían cambiar.

-El anterior gobierno municipal intentó integrar en la comisión de memoria histórica muchos elementos de participación, desde asociaciones memorialistas, hasta representantes del Pleno y los sindicatos, al mundo académico. Se trabajó seriamente durante más de un año y se elaboró un informe que ha sido ninguneado. La razón que están dando de que el poder judicial ya ha dado la razón a su postura no es razón suficiente para no respetar el informe. En todo caso, están planteando que se han presentado otros recursos sobre otras calles, pero que sepamos se han presentado fuera del plazo correspondiente. Eso no es razón para que de una manera abrupta anuncien el proceso de reversión, después de haberse producido todo ese proceso de participación ciudadana.

-¿Es posible que nos pongamos alguna vez de acuerdo?

-Cuando se aprobó el informe, tanto PP como Cs estuvieron en desacuerdo con los nombres de Cruz Conde, Vallellano, Cañero, Rey Díaz y José María Pemán.

-En el caso de Pemán parece que se ha desistido.

-Parece que sí, porque José María Pemán se ha demostrado y así se dice en el informe que presidió la comisión depuradora y fue miembro del primer gobierno de Franco, como responsable de Cultura y Enseñanza. Pero no es menos cierto que tanto José Cruz Conde como Conde de Vallellano estuvieron implicados hasta las cejas en el golpe de Estado. Por eso no entendemos que se quieran revertir estos nombres.

Me pregunta que si alguna vez nos pondremos de acuerdo, creo que mientras que no se genere un relato sobre la historia de España que sea auténticamente reconocido por todos y asumido por las generaciones jóvenes vamos a seguir teniendo problemas. La generación a la que yo pertenezco no está dispuesta a dar su brazo a torcer. Pensamos que la calle es un espacio de formación ciudadana, y en ese sentido tiene que tener nombres de personas que representen la dignidad que la ciudad de Córdoba históricamente merece.