La directora gerente del hospital Reina Sofía, Valle García Sánchez, no puede evitar emocionarse al recordar los momentos y aprendizajes vividos en lo que ha transcurrido de pandemia del coronavirus pandemia del coronavirusen Córdoba. Sin olvidar ni un segundo a los fallecidos ni a todos los afectados por el covid-19, realiza un balance positivo de la crisis, porque reconoce que los profesionales del hospital (de todas las categorías) se han desvivido y siguen haciéndolo por prestar la mejor atención a diario y también porque ha contado con el respaldo en todo momento de su equipo directivo y de muchos sectores de Córdoba, que de modo altruista se han volcado con el Reina Sofía.

-¿Qué ha supuesto para el hospital Reina Sofía afrontar la pandemia actual del coronavirus?

-Hemos vivido una situación extraordinaria. Hemos actuado con antelación y dándolo todo. Nos quedan pacientes ingresados, aunque ninguno tiene ya activa la infección por coronavirus, sino que están hospitalizados por secuelas de la enfermedad.

-¿Qué recursos para los ingresados por coronavirus se mantienen en el Reina Sofía, aunque haya ahora menos casos?

-Contamos con una unidad covid en planta y un módulo reservado en UCI, ampliables en función de las necesidades, como recoge nuestro plan de contingencia. Estos recursos se mantienen por si hubiera posibles rebrotes. Estamos efectuando un análisis, junto a las unidades más implicadas estrechamente en el manejo de los pacientes, sobre qué hemos vivido, qué resultados hemos obtenido, las debilidades y áreas de mejora, para prepararnos por lo que puede ocurrir. Si no pasa nada, mejor, pero si ocurre, pues estaremos preparados. Tenemos que transmitir un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos, porque la situación epidemiológica es buena, pero eso no quiere decir que dejemos de ser prudentes. Tenemos que ser conscientes en todo momento de la importancia de la higiene de manos, del uso de la mascarilla y de la distancia de seguridad. Hemos creado un sistema de monitorización y de información diaria para comprobar la carga asistencial y de hospitalización que existe, tanto en urgencias como en el circuito de respiratorio, para determinar la provisión de camas u otras medidas. Por otro lado, se analiza a su vez la carga asistencial de microbiología (para comprobar el número de pruebas que se hacen al día y cuáles dan positivo para anticiparnos a un posible rebrote); se estudia el trabajo en radiodiagnóstico (unidad en la que se efectúan muchas pruebas relacionadas con la enfermedad) y en medicina preventiva, que realiza un seguimiento de la declaración de nuevos casos y del estudio de los contactos.

-En la provincia quedan ahora cuatro pacientes hospitalizados por covid-19. ¿Cuántos ingresados por este motivo ha habido en el Reina Sofía desde marzo?

-Han sido cerca de 300. Ha sido el hospital de la provincia que ha acogido un mayor número de pacientes tanto en planta como en UCI. En Córdoba ha habido una incidencia más baja de coronavirus respecto a otras provincias, y eso nos ha permitido reorganizar bien toda la actividad asistencial, priorizar la atención sin llegar al colapso del sistema sanitario, unido a una menor tasa de mortalidad, un dato que nos sorprende gratamente.

-¿Por qué Córdoba está teniendo mejores cifras en incidencia y mortalidad por coronavirus respecto a otras provincias?

-Uno de los factores que ha podido contribuir es el buen comportamiento de los cordobeses durante el confinamiento, que permitió reducir la transmisión del virus. Por otro lado, también ha influido positivamente el trabajo llevado a cabo desde atención primaria, el control de las residencias de mayores y la innovación organizativa de muchas áreas asistenciales del Reina Sofía para tratar de dar la mejor respuesta. Contactamos con hospitales de otros países, de Madrid o del norte de España, que hicieron frente antes a la pandemia, para aplicar algunos de sus avances en Córdoba. Los profesionales han estado junto a los pacientes en esos días más duros y en momentos de soledad y los familiares han afrontado también instantes muy delicados. También ha sido fundamental la buena coordinación con la sanidad privada. En los primeros dos meses y medio de pandemia ha habido momentos de incertidumbre, tristeza, pero también de emoción, ilusión, orgullo y satisfacción.

-¿Cómo pudo evitarse la alta proporción de profesionales sanitarios que se contagiaron?

-El estudio de seroprevalencia, realizado por el Instituto de Salud Carlos III, refleja que un 2,7% de los cordobeses ha pasado la enfermedad, y es un poco superior la afectación del personal sanitario, de en torno a un 3,3%. Algo que se puede entender, pero que no es tan alto, teniendo en cuenta el contacto tan estrecho directo con la infección por parte de los profesionales, en momentos incluso que no sabíamos que estaba este virus. No podemos negar que se han vivido momentos de mucha tensión por los equipos de protección individual (EPI). Hemos tenido que hacer valer una buena gestión de los EPI y apoyarnos en la solidaridad de los ciudadanos. En el hospital se implantaron almacenes de gestión, que permitieron que el material estuviera disponible para los profesionales que realmente lo necesitaban, optimizar el número de equipos y acelerar el suministro de esos equipos, para que estuvieran en el momento y sitio justo. Ha sido una gran labor de la dirección de enfermería. También hemos tenido que fabricar batas y otros materiales, con un grupo de voluntarias costureras, así como pantallas con el grupo makers de Córdoba y solución hidroalcohólica en nuestra farmacia y taxistas voluntarios se prestaron a trasladar material. Han sido días de intenso trabajo, de no saber si era lunes o domingo, pero hemos movido a la ciudad. En la pandemia se ha notado la unión de toda Córdoba con el hospital Reina Sofía.

-¿Qué investigaciones se están llevando a cabo en el Reina Sofía en relación con el coronavirus?

-Esta enfermedad nos ha permitido valorar aún más la importancia de la investigación. Hay cuatro estudios multicéntricos, que se promueven desde el Imibic, de los que ya se ha dado información (coordinados por los doctores Ángel Salvatierra, Julián de la Torre, Juan de la Haba, José López Miranda, José Manuel Quesada, entre otros) y se ha sumado uno nuevo, con carácter internacional, dirigido por la doctora Marisol Arenas, con participación de varios hospitales, financiación de la Separ y liderado desde el Reina Sofía. El estudio investigará el valor diagnóstico y terapéutico de la broncoscopia en covid-19.

-¿Qué solución se le va a dar a los pacientes que a diario hacen cola fuera de Consultas Externas, debido al protocolo de acceso seguro al centro?

-Se ha reducido ya el tiempo de espera, pues los auxiliares de información están logrando realizar estos controles preventivos en un menor tiempo. Debemos recordar que quien pueda venir al hospital sin acompañante es lo idóneo y más seguro, porque nos tenemos que acostumbrar a cuidar al máximo el hospital para que esté libre de enfermedad.

-¿Cuántas contrataciones han previsto para las vacaciones?

-Este verano se van a hacer 833 contratos y además se están renovando 136 contrataciones que se hicieron para el manejo de los pacientes covid. Van a ser necesarios todos aquellos profesionales que están dentro de labores concretas (planes de choque para el área quirúrgica, para la apertura de la unidad de cuidados post-críticos o para la implantación de la cuarta resonancia magnética).

-Al margen de las obras de las nuevas consultas materno infantiles, ya en marcha, y otras en proceso como la ampliación de la unidad de oncología radioterápica o la nueva UCI pediátrica, ¿tiene su dirección otras actuaciones de mejora previstas?

-Sí vamos a acometer obras entre el verano y lo que queda de año que nos permitan realizar una tercera consulta de planificación en Urgencias Generales. También queremos llevar a cabo reformas dentro de la UCI, para sectorizar la unidad en tres áreas: de alta, media y baja contagiosidad y también efectuar remodelaciones en el bloque quirúrgico, aumentando los quirófanos, para establecer circuitos diferenciados y fijar áreas seguras para no parar en ningún momento, aunque se registren infecciones. Por otro lado, en pruebas funcionales necesitamos aumentar la capacidad de trabajo y adecuar las salas de espera, con las pertinentes medidas de prevención.

-¿Cómo está trabajando el Reina Sofía para reducir la lista de espera que se ha podido acumular durante el confinamiento?

-El hospital no ha dejado de atender las patologías urgentes y preferentes e incluso la demora quirúrgica en procesos oncológicos ha bajado en este periodo. Aunque se han aplazado intervenciones, consultas o pruebas, también se ha apreciado que el número de nuevas indicaciones de operaciones, consultas o pruebas no ha sido muy significativo. Por eso, la lista de pendientes no ha crecido mucho y estamos ya recuperando lo que se dejó de hacer. Por ejemplo, en Los Morales están al 100% realizando operaciones de oftalmología desde hace semanas. Si el verano pasado hicimos en todo el Reina Sofía unas 6.000 operaciones programadas y otras mil urgentes, este verano serán más, unas 7.000 programadas, más las urgentes que surjan.

-¿La telemedicina y la teleconsulta, que se ha fomentado mucho durante la pandemia, se van a mantener para siempre?

-Antes de la pandemia estábamos trabajando en la estrategia digital para fomentar consultas telemáticas, en casos de que no requieran una exploración u otra prueba, y que puedan resolver la demanda del usuario telemática o telefónicamente. Hemos abierto una sala digital para una mejor colaboración entre atención primaria y hospitalaria, para que los profesionales puedan compartir voz e imágenes. Va a beneficiar a unidades como Alergia, Endocrinología, Nefrología o Urología y pronto se sumarán otras.

-¿La concesión de la gestión de los aparcamientos de usuarios del hospital seguirá adelante, a pesar del rechazo de algunos colectivos y grupos políticos?

-Sí, porque con la concesión de la gestión de los aparcamientos se trata de regularizar la situación del estacionamiento, ya que la empresa actual no tiene ningún vínculo jurídico con el hospital. Se ha hecho de la forma menos gravosa para el usuario, pagar un euro por hacer uso del aparcamiento por tiempo ilimitado, que es lo mismo que se cobra ahora. Y la concesionaria tendrá que acometer mejoras de señalización, seguridad o iluminación, además de habilitar aparcamientos para bicicletas y patinetes.

-¿Mejorarán los datos en trasplantes, pese al descenso de actividad y de donaciones que se produjeron entre marzo y abril?

-Se han implantado mejoras organizativas, se han retomado los trasplantes y estimo que las condiciones y los resultados serán positivos cuando acabe el año, siempre que no surja una nueva situación que nos obligue a parar.

-¿Qué instante más negativo y cuál más positivo recuerda en sus tres años como gerente?

-Negativo no recuerdo, porque de la adversidad, como soy positiva, siempre creo que puedo obtener una oportunidad. ¡Y momentos positivos han sido tantos! En la pandemia me ha dado mucha alegría tener un equipo directivo totalmente compacto y cómo ha respondido la plantilla y la sociedad cordobesa. Hemos sabido establecer alianzas con instituciones, trabajar conjuntamente la sanidad pública y privada, bajo un objetivo único, que era hacer frente a esta nueva enfermedad que es el coronavirus.