Valeria Delgado es la cantante que el sábado hizo bailar y cantar a varios grupos de personas en Las Tendillas hasta que los dispersó la Policía Local. El episodio puntual unido a las aglomeraciones del fin de semana en el centro de Córdoba ha llevado al Ayuntamiento a prometer un endurecimiento de las medidas policiales y a la suspensión de las licencias a los artistas callejeros durante las navidades. La joven de 21 años se siente responsable de lo sucedido, pero en realidad no hizo nada distinto a cualquier otro día, es decir, solo cantó. "Estaba llenísimo todo el centro, quizá podía haberlo gestionado de otra manera, pero la verdad es que me vine arriba y yo veía que la Policia no hacía nada y no pensé que pasaría nada", dice bastante agobiada porque cuenta que hay "mucha gente que busca un culpable y me han querido echar la culpa".

A pesar de esas críticas, Valeria Delgado quiere contar su historia solo para que el Ayuntamiento de Córdoba recapacite y dé marcha atrás en su decisión de suspender las licencias a los artistas callejeros. "Por un error que yo tuve no pueden pagar todos los demás --comenta apenada--. Hay mucha gente que canta en la calle y tiene familia e hijos y vive de esto solamente", añade. Es su caso, aunque no tiene hijos, pero ella también vive de lo que ingresa. "Estas fechas son muy importantes, luego ya en enero nadie te echa nada, no sacas ni 10 euros", apunta.

En su sentimiento ambivalente, la joven nacida en Barcelona pero que vive en Córdoba desde hace una década con su familia, también apunta que a ella nadie fue a verla el sábado. "La gente sube al centro a ver las luces o a las tiendas, a mí solo me encontraron allí", dice en su descargo lamentando además que un vídeo difundido por redes recogiera el momento del villancico general. En todo caso, la joven pide a los responsables políticos que recapaciten su decisión o que tomen otra medida menos dura: "Por ejemplo evitar cantar solo los días donde se espera más aglomeración y el resto, no".