Un solar de los Trinitarios situado a la espalda de la avenida del Marrubial a cambio de trasladar el comedor social de la Fundación Prolibertas a la calle Sagunto, a la antigua sede de Cruz Roja. Esa podría ser la fórmula para conseguir que el comedor trinitario consiga los metros cuadrados que lleva años reclamando y que necesita para ganar espacio y garantizar un servicio óptimo a sus usuarios, casi un centenar diario desde que empezó la crisis.

El concejal de Servicios Sociales, Juan Hidalgo, ha confirmado a este periódico que los técnicos de Urbanismo llevan meses trabajando en la figura jurídica más adecuada para dar forma a este acuerdo, ya sea a través de una permuta de terrenos o mediante una cesión de uso durante una serie de años. Para plantear esta vía, ambas partes se han reunido recientemente con los responsables de la Orden, a los que deberán presentar un documento escrito para su estudio.

Según las fuentes consultadas, el solar contiguo al colegio de los Trinitarios, propiedad de la Orden, que se encuentra sin edificar, serviría al Ayuntamiento para construir algún tipo de instalación deportiva municipal para el barrio y para ampliar la zona verde del Jardín de los Poetas. A cambio, según Hidalgo, la Fundación Prolibertas podría trasladar el comedor social, incluida la cocina, el ropero, el almacén y las duchas, al edificio que Cruz Roja dejó vacío cuando se trasladó a la zona de Arroyo del Moro. Dichas instalaciones permanecen sin uso desde entonces, a excepción de una parte que se cedió el año pasado a Prolibertas y que en marzo pasado abrieron sus puertas convertidas en el centro de día para personas sin hogar Casa de la Libertad, tras una reforma realizada por la fundación. En este caso, aunque aún no se ha concretado, parece que el Ayuntamiento cedería igualmente el edificio tal y sería Prolibertas quien tendría que asumir la rehabilitación. Desde hace más de tres años, primero con el concejal Rafael del Castillo y ahora con Juan Hidalgo, el gobierno local lleva estudiando una propuesta que permita el traslado del comedor social, cuya demanda ha crecido, al igual que los servicios que se prestan sin que sea posible ampliar el espacio.

Según la última memoria presentada por la Fundación Prolibertas, el comedor atiende a más de 1.500 personas sin hogar o en riesgo de exclusión al año, entre las que un número importante son familias con hijos a los que se les entrega la comida para que no tengan que acudir con menores al comedor. La mayoría de los usuarios del comedor son hombres españoles, residentes en Córdoba y con edades comprendidas entre 46 y 60 años, generalmente, parados de larga duración con baja cualificación profesional y sin ingresos estables. A los servicios de almuerzo, se suman los desayunos, unos 3.000 servicios de ropero y casi 4.000 de ducha anuales.

La Orden de los Trinitarios no ha querido pronunciarse de momento sobre la propuesta de Urbanismo.