El presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Salvador Fuentes, se ha comprometido a mediar ante la entidad bancaria Caixabank en la paralización de la construcción de un bloque de 166 viviendas en la zona de Poniente Sur de la capital cordobesa. El edil del PP, que se ha reunido hoy con los portavoces de las 52 pequeñas empresas afectadas por el parón de las obras de Servihábitat (filial de la construcción del banco) y con UGT en representación de los 400 trabajadores afectados, ha dicho que tiene "el deber" de solucionar este tipo de problemas y ha asegurado que se pondrá en contacto con la entidad bancaria para tratar de alcanzar una solución porque considera que hay margen de maniobra. "Le pido a la entidad bancaria que se involucre porque no se merece empañar su magnífica imagen por un hecho que es una excpeción, no vamos a demonizar aquí al sector", ha dicho Fuentes, que asegura contar con el respaldo en este asunto de todos los grupos municipales.

La promoción de viviendas afectadas debía haberse entregado en julio, pero los problemas comenzaron ya en otoño cuando Byco, la constructora del grupo Inberalia adjudicataria del proyecto, comenzó a dar señales de impago. En febrero entró en concurso de acreedores dejando esta promoción de viviendas, cuyas obras estaban prácticamente concluidas, parada. El proyecto contaba con un presupuesto de más de 17 millones de euros para la construcción de 166 viviendas, que se han vendido a un precio de 220.000 euros. Desde esa fecha, el proyecto había quedado en suspenso hasta que una nueva empresa ha retomado los trabajos, lo que para el sindicato UGT es un caso clare de "fraude" y "especulación inmobiliaria", según ha denunciado Pedro Téllez.

Así las cosas, en situación de total incertidumbre están, por un lado, los proveedores que no saben cuándo van a cobrar --las 52 empresas afectadas estiman que son 4,2 millones de euros los que se le adeudan-- y los propietarios que tampoco saben cuándo van a tener sus viviendas, pese a haberlas pagado ya en muchos casos a la misma entidad bancaria, que promueve y comercializa las viviendas.

Pablo Castellano, portavoz de las pymes cordobesas afectadas, ha explicado que siempre han actuado de "buena fe" y que pese a ver indicios evidentes de que decaía la actividad se reunieron con la propiedad, que les pidió hacer "un último esfuerzo" y terminar la obra en febrero. Pero llegó marzo, el coronavirus y seguían sin cobrar. Estando la obra al 95% un correo les anunció el concurso de acreedores. La promotora pidió a Urbanismo que les certificase el final de obra, pero eso no se produjo porque los técnicos detectaron que aún quedaban flecos. Los que, al parecer estarían, terminando "en fraude" una segunda constructora de fuera de Córdoba.