La Gerencia de Urbanismo planea rehabilitar y dar más uso que el que tiene a la ermita de la Aurora, abriéndola de forma permanente a las visitas para distintas actividades. El presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes, junto con el jefe del servicio de Arqueología, Juan Murillo, ha visitado este jueves la ermita, situada en la calle San Fernando, para explicar las actuaciones previstas después de los desprendimientos que hubo de muralla durante la primavera pasada.

Los primeros pasos se han dado ya con la encomienda de gestión realizada en la junta de gobierno local para que Urbanismo se haga cargo de la intervención, ya que estaba dentro del ámbito de Patrimonio. En un futuro, cuando esté rehabilitada la ermita, podría convertirse en centro de interpretación de la muralla y albergar más usos como acoger exposiciones de forma permanente y otras actividades culturales. La asociación de vecinos La Axerquía tiene cedido su uso y ha venido organizando distintas actividades dentro. Además, cuenta con un proyecto para sacarle más provecho a este emblemático espacio. Esta asociación lleva meses demandando una intervención en la muralla.

Fuentes ha explicado que la encomienda de gestión contempla los estudios previos, el asesoramiento y la redacción del proyecto para la rehabilitación de la ermita de la Aurora, así como la dirección de obra. Fuentes ha indicado que ya se ha hecho una primera fase en la actuación a través de Sadeco, que se ha encargado de la limpieza de la vegetación de la muralla, que la estaba destrozando.

El presidente de Urbanismo ha explicado también que de los solares que hay adosados a la muralla, seis van a contar con licencia para su edificación, tres de ellos, "de manera inmediata en la próxima comisión". De esa forma, añade, "los tres puntos negros que teníamos en cuanto a solares pendientes de concesión de licencia se van a resolver".

Paralelamente, y en relación al Arco del Portillo, asegura que "la obra se está rematando y para Navidad estará resuelta", a la que se suman las dos licencias que se han otorgado a las casas 2 y 4.

El origen de la vegetación que devoraba a la muralla está en el muro de hormigón que se hizo en la última intervención realizada hace dos décadas en la ermita para contener el terreno, ya que se había caído en parte y también se había desprendido un trozo de lienzo. Según recuerda Murillo, para "suavizar el muro se puso la hiedra, que tiende a expandirse".

Murillo señala que para la redacción del proyecto de rehabilitación "ya hay una visión de conjunto" y que la idea es "iniciar las obras mediante un contrato menor" y "a la mayor brevedad posible". La actuación tendrá dos partes. Por un lado, se intervendrá en la parte superior de la muralla, que es la que más peligro tiene. Por otro, se actuará en la base, "donde la muralla ha perdido masa". En cambio, el arco y la portada de la ermita se encuentran en buen estado.

Otra actuación será dar un tratamiento con un consolidante a la muralla. En este sentido, Urbanismo va a recurrir a la carbonatogénesis bacteriana, una especie de gel con unas bacterias que generan carbonato cálcico, que fortalece la piedra caliza. Urbanismo va a ensayar esta fórmula en la Puerta del Puente, donde se han hecho "pruebas prometedoras", según relata Murillo. "Si funciona este método, vamos a tener el modelo a seguir en la muralla", asevera.

En relación a las cuatro casas de San Fernando que han denunciado problemas de humedad, Murillo ha indicado que "se ha hecho el reconocimiento" de un par de ellas y que se va a inspeccionar el bloque de Ambrosio de Morales que tiene un espacio ajardinado. Murillo piensa que "posiblemente haya que hacer una orden de ejecución". A su juicio, "se trata de un problema de coordinación de usos". En esta sentido, indica que "si se riega mucho, la humedad sobrante sale porque hay un desnivel de cinco o seis metros" entre San Fernando y Ambrosio Morales. El arqueólogo añade que "las casas están adosadas a la muralla y esta es un filtro", ya que "lo que tiene detrás es tierra y si la tierra de atrás está muy húmeda", llega a las casas. Se trata, según Murillo, del mismo problema que hubo en el solar en el que se cayó parte de la muralla el año pasado.

Por su parte, uno de los vecinos afectados niega que se hayan producido esas visitas a las viviendas y asegura que Urbanismo no ha respondido al escrito presentado en julio en el que planteaban sus problemas.