La Gerencia Municipal de Urbanismo decretó ayer el desalojo de un bloque de pisos en la barriada de la Fuensanta y de dos casas en la calle de La barca de Alcolea. En los tres casos la orden urgente de rehabilitación de las viviendas por la aparición de grietas ha ido aparejada del desalojo inminente de sus inquilinos, después de que el Ayuntamiento de Córdoba determinara la idoneidad de la prevención después de los sucesos ocurridos en los Olivos Borrachos. El mayor número de afectados se produjo con el desalojo del número 13 de la calle Venerable Juan de Santiago, en las proximidades del centro comercial Eroski. En concreto fueron 16 familias las desalojadas ayer por la tarde por efectivos de la Policía Local, después de que el lunes los técnicos de Urbanismo determinasen la gravedad de las grietas de este bloque de 42 años de antigüedad. El concejal de Urbanismo, Francisco Tejada, insistió ayer en que se trata de una medida preventiva "para garantizar la seguridad de los vecinos". También explicó que la demolición es el último recurso y que de momento solo se ha dado orden a los propietarios para rehabilitar o consolidar el bloque de pisos.

El desalojo, que comenzó ayer a las 17.30 horas, se produjo en apenas unas horas en las que los vecinos pudieron recoger algunos enseres de primera necesidad. Angela Posadas, la presidenta de la comunidad, explicó ayer que las grietas comenzaron a aparecer a principios de año y que se habían puesto en manos de un arquitecto. El 24 de febrero solicitaron a la Gerencia la licencia para la ejecución de las obras de consolidación y el lunes pasado los técnicos inspeccionaron el bloque. Según el informe de Urbanismo, el mal asentamiento de los terrenos habría podido provocar un ligero movimiento de cimientos y éstos, a su vez, el desplazamiento del piso. Los vecinos también culpan a las obras de construcción del centro comercial del mal estado de los cimientos.

El Ayuntamiento ofreció ayer a los afectados, entre los que se encuentra un centro médico situado en el bajo del edificio, la posibilidad de alojarse en un hotel. Cinco familias así lo hicieron, mientras que una pareja de ancianos fueron ingresados en la residencia municipal de mayores. A pesar del mal rato, la mayoría de los vecinos comprenden la resolución municipal: "Comprendemos que nos desalojen por si acaso", comentó ayer Angela Posadas. No obstante, también solicitaron que la labor del Consistorio no se quede en el desalojo, aunque asumen que la mayoría de los gastos del arreglo --con la posible inyección de hormigón o un nuevo pilotaje-- correrán a su cargo.

MAS DESALOJOS EN ALCOLEA Los números 32 y 42 de la calle de La barca de Alcolea también fueron desalojados ayer preventivamente por Urbanismo. La semana pasada ya eran visibles las grietas en las fachadas de ambas casas por lo que no es de extrañar que finalmente se haya optado por el desalojo. Con ellos ya son tres los inmuebles desalojados en esta barriada periférica a consecuencia de las lluvias en Córdoba. Al igual que a los afectados del bloque de La Fuensanta, el Ayuntamiento ofreció ayer a los vecinos desalojados en Alcolea alojamiento temporal.

Por último, la situación de las urbanizaciones cercanas al aeropuerto continúa siendo muy similar a las de días anteriores. Los vecinos de Guadalvalle continúan sin poder vivir en sus casas y crece la incertidumbre sobre si volverán a hacerlo alguna vez.