El presidente de la Gerencia de Urbanismo, Pedro García, asegura que la reforma del Palacio Episcopal tendrá la licencia que espera desde mayo del 2017 «cuando cumpla todos los requisitos técnicos que marcan los técnicos de la Gerencia y que articula el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico» (Pepch). Es más, García está convencido de que la licencia «podía haberse dado hace un año» si desde ese tiempo «lo que demandaba el director de la oficina del casco histórico se hubiera hecho», por lo que «se hubieran ahorrado un año y pico» -en referencia al Obispado y el Cabildo, promotores de la intervención-. Sin embargo, añade García, «a veces parece que interesa la polémica, que si yo no quería dar la licencia...» y, «después de toda la vuelta, volvemos a la casilla inicial».

Ahora, en cambio, señala, «parece ser que va la cosa más derecha», en referencia a los cambios que han tenido que introducir los promotores de la reforma para atender las demandas de Urbanismo. El proyecto, que en su largo devenir ha contado con varios informes favorables de Cultura, ha tenido que prescindir de una escalera con la que se accedía a la torre y de otra parte del nuevo cuerpo acristalado. García afirma que «los técnicos han estado trabajando muchas horas buscándole salidas» al proyecto «que están dentro del plan especial y, finalmente, han aceptado lo lógico, la ley».

El proyecto cuenta desde julio con la resolución favorable y definitiva de Cultura y, a pesar de ello, continúa a la espera de la licencia. Cultura, en su informe en el que da el visto bueno a la iniciativa, recomienda matizar el impacto visual del muro cortina de vidrio de la fachada al patio de carruajes, definir los contenidos interpretativos de la Mezquita-Catedral, y que haya control arqueológico durante las obras.