La Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) dio ayer luz verde a Cecosam para que construya un tanatorio público en el cementerio de San Rafael. La empresa de cementerios municipales formalizó su solicitud de permiso de obra y actividad a principios de año para la construcción de un edificio dentro del mismo cementerio, que albergará una sala de velatorio y dependencias administrativas de la propia empresa municipal. La iniciativa cuenta ya con un proyecto firmado por el arquitecto Rafael Castelló y supondrá una inversión de 1,7 millones de euros, que se financiarán a través de un crédito bancario con vencimiento a los 15 años. La última vez que la presidenta de Cecosam, Mar Téllez, hizo declaraciones sobre el tanatorio reiteró su intención de empezar las obras de inmediato, tras la obtención de la licencia.

El informe favorable de la GMU considera que la construcción de un tanatorio en esa ubicación (en la avenida de Libia, frente a la avenida de Barcelona) no contraviene el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), básicamente porque lo que se quiere construir es una sala de velatorio y no un crematorio, algo que sí estaría prohibido. Ese es el supuesto que ha defendido desde el principio el promotor de esta obra, Cecosam, frente a quienes piensan que, incluya o no incineradora, el PGOU lo prohíbe expresamente. En defensa de esta tesis se han posicionado, por un lado, la empresa privada Tanatorios de Córdoba, y por otro, el PP. Ambos presentaron alegaciones a la concesión de esta licencia, argumentando además que con la construcción de un tanatorio el Ayuntamiento estaría ejerciendo una competencia desleal contra el sector funerario en Córdoba. La GMU --que ya informó de manera favorable antes de iniciarse los trámites y a solicitud de la propia Cecosam-- no entra en la cuestión de la competencia, y niega que la idea contravenga la norma urbanística o el reglamento mortuorio.

Las alegaciones de Tanatorios de Córdoba sostenían, por contra, que el proyecto incumple el reglamento de calificación ambiental, porque «omite las distancias con los edificios colindantes», que están a menos de 50 metros, y no contempla aparcamientos, pese a que cualquier infraestructura debe hacerlo. Es más, consideran que el lugar sufrirá «un aumento del tráfico rodado». En sus alegaciones, Tanatorios de Córdoba consideraba que solo cabía «una resolución desfavorable» por parte de Urbanismo «por razones de fondo y por la falta de documentación», al tiempo que recordaba que la de los tanatorios es una actividad liberalizada.

El PP, por su parte, siempre ha estado absolutamente convencido de la ilegalidad del tanatorio y su portavoz en el Ayuntamiento, José María Bellido, ha expresado varias veces su decisión de revocar el proyecto, iniciando un proceso de revisión de oficio de ese expediente, en caso de que fuera elegido alcalde en 2019. Además, el grupo popular insiste en que el expediente se hizo mal desde un principio, de espaldas al Pleno, y que se ocultó un informe negativo de Intervención.

Fuentes de Urbanismo indicaron ayer que en función de dichas alegaciones se han hecho requerimientos varios para que el proyecto se adaptara a la normativa, y que se han resuelto todas. Además, el informe ha tenido que pasar por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) por estar el cementerio de San Rafael en zona inundable. La CHG también pidió corregir algunos aspectos, que se han cumplimentado convenientemente.