La reforma de la antigua Normal de Magisterio, obra estrella del plan Urban Sur que concedió la Unión Europea al Ayuntamiento de Córdoba en el 2008 y que el año pasado llegó a su fin, estará terminada en marzo del 2017, que es la fecha tope que tiene el gobierno local para no tener que devolver los fondos recibidos. Esa es, al menos, la estimación que el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Pedro García, hizo ayer durante la visita al edificio para comprobar la evolución de los trabajos, que, según recordó, se iniciaron en enero del 2014, debían estar acabados en abril del 2015, pero que se están alargando después de la paralización que sufrieron durante más de medio año por las diferencias técnicas entre el organismo municipal y la adjudicataria, Vías y Construcciones, que acabaron en el juzgado.

En estos momentos, y según el informe que expuso ayer García, el grado de ejecución es del 50% y, aunque aún queda la otra mitad, confía en que el 1 de abril estén tanto «continente» como «contenido». El presidente de Urbanismo indicó que la tarea de dotar de contenido al inmueble correrá a cargo del Imdeec, mientras que el gerente, Emilio García, precisó que a partir de esa fecha el edificio de más de 6.000 metros cuadrados se irá llenando poco a poco de actividad.

El presupuesto total de la obra asciende a 5,2 millones, de los que 3,7 sufraga el Ayuntamiento y solo 1,5 millones están financiados dentro del Urban Sur, ya que, como no daba tiempo a terminar la obra antes de acabar el 2015, la anterior Corporación municipal decidió reprogramar actuaciones y que el Ayuntamiento asumiese el coste de lo que quedara por ejecutar de Magisterio. De esos 1,5 millones, el 80% pagaba la UE y el resto, el Ayuntamiento. Pedro García explicó ayer que la partida que corre riesgo es la del 80% de los 1,5 millones --1,2 millones-. En enero, el delegado de Presidencia, David Luque, fue el primero en advertir de ese riesgo. En aquel momento, hablaba de 7,6 millones, que es la cantidad total aportada por la UE.

Tras las vicisitudes iniciales, la obra «va a gran velocidad», señaló García, que recordó que el edificio será un centro de producción e iniciativas, que tendrá «gran repercusión económica y social en el distrito Sur», con espacios para los vecinos, zona de I+D+I, salón de actos, biblioteca, y mediateca. Además, indicó que los cables de las instalaciones están metidos, los ascensores colocados y parte de la solería.