El secretario regional de UPA, Miguel Cobos, reclamó ayer medidas que permitan garantizar unos precios rentables para los productores de aceite de oliva de Córdoba y Andalucía.

Según explicado Cobos, este año se espera una cosecha en Córdoba cercana a las 360.000 toneladas, que se situará en el mismo nivel de la del año 2013-2014, que fue la mayor que se recuerda. Esta circunstancia también se da en Andalucía y en España y contrasta con la situación que se espera en el resto de los países competidores donde la producción será algo más baja, lo que podría permitir mejorar las condiciones de comercialización. Para concienciar a la ciudadanía y a las administraciones de la situación que atraviesa el sector con unos precios para los productores por debajo del coste de producción, UPA ha organizado para el viernes, día 22 de marzo, un desayuno molinero en el Bulevar del Gran Capitán.

El representante de UPA no entiende cómo este año se está pagando al productor 2,40 euros por el litro de aceite de oliva virgen extra, cuando el año pasado se llegó a pagar hasta 3,70 euros. A juicio de Cobos, hay varios puntos que se deben acometer para equilibrar esta situación, de modo que permita hacer rentable el cultivo para los productores.

La primera de las propuestas es la de regular los precios de las grandes cadenas de distribución y la industria para que no se utilice el aceite como producto reclamo, lo que obliga en muchos casos al productor a vender por debajo del coste. También sería conveniente reducir la venta a granel. Asimismo, a juicio del secretario regional de UPA, se hace necesario combatir la atomización de las empresas comercializadoras para ganar fortaleza en el mercado, porque al haber muchas pequeñas marcas se posibilita que con el objetivo de dar salida al producto se rebajan los márgenes al máximo, siendo de nuevo el perjudicado el productor. Por eso desde UPA se reclama a la Junta de Andalucía un mayor apoyo para promover la concentración de la oferta.

Por último, cree Miguel Cobos fundamental autorizar determinadas medidas que permitan el la autorregulación del sector o la retirada por parte de los productores y por medio del Patrimonio Comunal Olivarero y la Interprofesional del Aceite, de parte del producto del mercado por el sector, para posibilitar una revalorización del aceite y garantizar a la vez una cantidad razonable en temporadas de menor producción.