María Ángeles Aguilera y Eduardo Muñoz son una pareja de cordobeses que, tras su enlace matrimonial por lo civil ayer en el Salón de los Mosaicos del Alcázar de los Reyes Cristianos, tenían previsto celebrarlo en la Escudería Alba. Sin embargo, en las 48 horas previas, estuvieron recibiendo «notificaciones de invitados, sobre todo de los provenientes de Madrid, que decían que no asistirían por responsabilidad social», así es que tuvieron que suspender la fiesta. La pareja, que decidió dar el paso después de convertirse en familia numerosa tras el nacimiento de su tercer hijo, comenta que «la idea era formalizar la unión tras convertirnos en familia numerosa y hacer oficial lo que ya era oficioso en la vida real».

Los futuros esposos afirman que la decisión última de suspender la celebración la han tomado ellos al ver que mucha gente no podría asistir por prevención y por haber estado cerca de los focos de infección. «Había muchos invitados que venían de fuera, por lo que hemos pensado que lo más sensato era evitar su traslado y suspender la celebración para prevenir», asegura Aguilera. La mañana de este viernes -justo el día de antes de la celebración- fue el momento en el que tomaron la decisión porque «no lo estábamos pasando bien, y ese era el principal objetivo de la celebración: festejar que estamos juntos, felices y con salud».

Así, María Ángeles y Eduardo fueron protagonistas tan solo del acto civil, que sí siguió adelante a diferencia de la posterior fiesta. «Estábamos pendientes del tiempo, pero, al final, por desgracia, ha sido el coronavirus lo que ha hecho que tengamos que suspender», lamentan ambos. No obstante, también se mostraban optimistas con respecto a poder festejarlo en un futuro: «Lo tenemos pensado, lo que pasa es que no sabemos ni dónde ni cuándo ni cómo tal y como está la situación.

Por otro lado, encontramos la historia de Ángela Fonseca y Felipe Herrero, una joven pareja de cordobeses que tenía previsto celebrar su enlace matrimonial sin ningún tipo de inconveniente también este sábado en la Fundación Hospital de San Jacinto y Nuestra Señora de los Dolores, mientras que el posterior festejo era en la Finca El Capricho. «No hemos modificado nada y todo sigue adelante según lo previsto», sostenía Fonseca. «No ha habido miedo a la suspensión estos días atrás, aunque algunos invitados que venían de fuera han cancelado a última hora por no poder viajar», decía igualmente la novia.

Desde el servicio de protocolo del Ayuntamiento se notificó que «este fin de semana se van a celebrar las bodas que había previstas». De esa forma, el Salón de los Mosaicos del Alcázar ha acogido un total de ocho enlaces matrimoniales entre el viernes y el sábado a pesar de que el gobierno local ha estipulado que se restrinja el aforo a un tercio de lo habitual como medida de prevención y contención del virus.