Isaías Ortega Romero, secretario general de Servicios Públicos de UGT-Córdoba, y Manuel Jiménez Luna, secretario del Sector de Autonómicas y Sector Público Andaluz de UGT, fueron ayer los portavoces en la protesta del sindicato frente a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, en la plaza de San Felipe. En la misma, las dos decenas de participantes dieron cuenta de la insostenibilidad de muchos servicios después de que, con la crisis y las medidas restrictivas para suplir vacantes en esta época, se hayan perdido 13.000 puestos en la administración general de la Junta, 2.049 de ellos en Córdoba, una situación que es «incomprensible en Córdoba con la tasa de paro que tenemos», considera Ortega.

Más aún, y ya pudiéndose tener una tasa de reposición que estaba restringida los últimos años, es inexplicable para los sindicalistas que solo en la convocatoria del 2016-17 para la administración general de la Junta se hayan convocado 331 puestos para toda

Andalucía. Todo ello mientras, afirma Manuel Jiménez «los concursos de traslados y méritos y las jubilaciones sirven para amortizar plazas».

INCLUSO CUESTIÓN DE SALUD / Esta situación, explica Jiménez, está llegando a afectar a la salud de muchos trabajadores públicos de la Junta en servicios especialmente sobrecargados de trabajo por falta de personal, algo que no solo perjudica al trabajador, sino a la población en general, «que tiene derecho a unos servicios dignos».

Ante esta situación, un comunicado de UGT-FESP difundido ayer detallando el espíritu de la protesta culminaba exigiendo a la Junta de Andalucía «que cubra todas las vacantes que llevan meses y años en estudio, elimine el concepto «a extinguir» de muchas de las jubilaciones que por dicho motivo se han perdido, dote el 100% de las plazas de las RPT de los centros de trabajo y dignifique con ello tanto el trabajo de los empleados como el servicio prestado a los usuarios».