El mes de mayo, el más fuerte para el sector hotelero de Córdoba, se saldó en este tipo de establecimientos con 122.704 viajeros, acumulando en lo que va de año 484.164 usuarios, un 6,7% menos que en las mismas fechas del año pasado.

Así lo contempla el Informe de Coyuntura Turística Hotelera del Instituto nacional de Estadísticas, conocido ayer con datos hasta el 31 de mayo, y en el que Córdoba rompe la tendencia ligeramente alcista que se sigue constatando en Andalucía en estos primeros meses del año (un aumento del 1,2%), que es algo más evidente a nivel nacional, con 10 millones de viajeros frente a los 9,84 millones del año pasado en los primeros cinco meses (un, 1,6% mayor).

UN 7,2% MENOR EN MAYO / Respecto a Córdoba, ninguno de los primeros meses del 2018 ha mejorado al año pasado en ocupación hotelera, siendo notable el descenso en abril y también en mayo, que fue un 7,2% menor que el mismo mes del 2017.

Se trata de un descenso que tiene su origen principalmente en el turismo extranjero (casi 7.000 visitantes menos), aunque también desciende en el caso de los viajeros nacionales (unos 3.400 menos), y que tiene un reflejo directo en las pernoctaciones, con 207.928 registradas el pasado mayo, unas 7.000 menos que el mismo mes del año pasado (una caída del 3,2%), que si se cuenta el acumulado de los primeros meses del 2018 el descenso llega al 3,8%. Córdoba es la única de las provincias andaluzas en la que desciende tanto el número de viajeros alojados como las pernoctaciones con respecto al mismo periodo del año pasado

Las reacciones de las asociaciones del sector hotelero en Córdoba no se hicieron esperar ayer, coincidiendo todos en que este descenso era previsible a tenor del volumen de trabajo observado, con Francisco de la Torre, de Hostetur, mostrando su malestar por las cifras y señalando a una mala promoción turística como causa de este descenso. «Se ha estado viviendo de las rentas y no se ha hecho nada», afirmó De la Torre refiriéndose a la última época. Más aún, y dando la razón en muchísimos aspectos a las quejas y reivindicaciones de los colectivos de vecinos del centro histórico, mostró su temor a que «se esté demonizando al sector», todo ello en una provincia azotada por el paro y para la que pide «un plan turístico a largo plazo, como en Málaga, que no esté sujeto a cambios políticos».

Casi en cada uno de estos conceptos, y punto por punto, coincidía también ayer Pedro Pablo Fernández, de la asociación de turismo, ocio y cultura Asento, aunque insistiendo en la necesidad de la unión del sector y de las administraciones y de un plan estratégico a medio y largo plazo.

Por su parte, Manuel Fragero, de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor), cree «muy negativas las cifras», señalando el olvido de todas las administraciones (en los PGE, por la Junta y, especialmente, por el gobierno local), mientras que señala problemas de fondo como la necesidad de reordenar la actividad con un cambio del PGOU y, junto a los vecinos, «que no se merecen los problemas y el trato recibido», buscar soluciones.