Tres empresas son las que aspiran a ejecutar la nueva obra del aeropuerto, la que remodelará el edificio de la terminal. En realidad son seis empresas en total pero al concurrir en uniones temporales conforman tres propuestas, que son las que está estudiando en estos momentos AENA para adjudicar las obras, que, si no hay imprevistos, volverán al aeropuerto el año que viene.

Las empresas que han presentado propuestas para reformar la terminal son Aeropuertos Obras Civil, que concurre con Sertec Ingeniería y Obras; MIJ Grúas, que participa con Sepisur XXI; e Insae Infraestructuras, que conforma la unión temporal con Cotodisa Obras y Servicioss. De momento, aún está pendiente la apertura de sobres y se desconoce el tiempo que puede tardar esta adjudicación para una obra que sustituye a la que hace más de una década estaba planificada, la construcción de un nuevo edificio, que salió a concurso por un presupuesto de 24 millones pero que no llegó a adjudicarse. Aquella licitación coincidió en el tiempo con la ampliación de la pista del aeropuerto, que se hizo con la idea de ofrecer vuelos regulares, hecho que aún no se ha producido. Tras la terminal también salieron a concurso los hangares y la plataforma, de forma que a los 85 millones de la pista se iba a sumar una inversión de 53 millones más. Todos esos planes se aparcaron con la crisis.

La reforma de la terminal salió a concurso en septiembre por un presupuesto de 1,6 millones y un plazo de once meses. El objetivo de esta intervención es la de adecuar el edificio para que pueda atender a los viajeros de un vuelo comercial cuando se produzca. La finalidad es dar servicio a vuelos comerciales con el mayor número de pasajeros posible, entre 70 y 90, cantidad imposible con el edificio tal y como está.

Las actuaciones afectan también a otro inmueble, el denominado bloque técnico, que se adecuará a la normativa, y a la torre de control AFIS. En la plataforma se instalarán dos hidrantes más que completarán a los tres existentes y para abastecerlos habrá una nueva red. Estos hidrantes son fundamentales en caso de incendio.

Entre las actuaciones previstas en la primera planta está la de ampliar la zona de facturación y la de embarque y habrá sala de control de seguridad. La zona de llegadas perderá espacio para dársela al área de recepción de equipajes, que tendrá hipódromo de recogida de maletas.