El tráfico se ha reducido en el centro un 20% desde que el Ayuntamiento puso en marcha en octubre pasado el plan para que disminuyera el tránsito de vehículos hacia los colegios y desde que cambió los horarios de carga y descarga. Si a esa cifra se le suma la reducción registrada desde el cierre total de Capitulares y la puesta en marcha de la cámara en Alfaros en enero del 2017, el descenso que se ha producido en la circulación es del 60%, según los datos facilitados ayer por el delegado de Movilidad, Andrés Pino. Aunque aún está por decidir qué hará el Ayuntamiento con la segunda fase del plan, la que perseguía dejar María Cristina totalmente peatonal, Pino aseguró que lo que está decidido es que el último tramo de Conde de Torres Cabrera hacia Colón cambiará, de forma que en vez de haber dos carriles con el mismo sentido hacia Colón, se recuperará uno de salida y otro de entrada hacia Burell.

El PP exigió ayer a Movilidad que el tráfico del centro se quede como está, es decir, que María Cristina siga siendo semipeatonal y que no se produzcan los cambios anunciados para la segunda fase, ya que «no hay grandes quejas» y le da una nota de un «7 u 8». El portavoz del grupo municipal del PP, José María Bellido, criticó la «falta de criterio» y la «cobardía política» de Movilidad por barajar tres opciones para el entorno de Capitulares, que evalúan los miembros de la comisión de accesibilidad, y no tomar una decisión.