Si el teletrabajo era el sistema dominante durante el estado de alarma y la desescalada, ahora, y una vez que se ha producido la vuelta al cole, pierde peso, que gana el trabajo presencial. Cada vez son más empresas las que deciden afrontar la nueva normalidad que ha impuesto el coronavirus con sus empleados en los puestos de trabajo que dejaron cuando se declaró el estado de alarma para aislarse en sus domicilios y aplicando nuevas medidas de seguridad. Mascarillas, geles hidroalcohólicos y distancias se han convertido en el pan de cada día en esta nueva situación que no está exenta de incertidumbre y preocupación.

CECO

El director del área Jurídico Laboral de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Antonio Arroyo, asegura que la vuelta al trabajo de las empresas «se está produciendo con bastante normalidad en general». Según señala, el teletrabajo sigue produciéndose pero en un porcentaje mucho más reducido que en los meses de abril o mayo. CECO asegura que en las administraciones públicas es donde se mantiene un mayor grado de teletrabajo.

ADMINISTRACIONES

De las consultas realizadas por este periódico a las distintas administraciones se deduce que el 90% de sus plantillas han regresado a sus puestos. El responsable de Recursos Humanos en el Ayuntamiento de Córdoba, Bernardo Jordano, explica que durante el estado de alarma se primó el teletrabajo pero desde que terminó el 21 de junio la instrucción que se dio fue que toda la plantilla volviese al trabajo presencial. No obstante, hay algunos trabajadores que continúan en sus domicilios, aunque de forma muy puntual y porque no se puedan garantizar las pautas de seguridad y distancia social marcadas para cada delegación por Salud Laboral. Sus estimaciones son que prácticamente la totalidad de la plantilla está ya en sus puestos de forma presencial, salvo escasas excepciones.

La Diputación provincial indica que teletrabajando solo queda un 18% de su plantilla, por lo que la cifra de empleados que acuden a sus puestos de forma presencial supera el 82%. La Junta, por su parte, cifra en un 87% el número de trabajadores que ya no se encuentran en su domicilio, por lo que el teletrabajo queda reducido al 13%. En cuanto a la Subdelegación, sus datos son que el 96% de la plantilla realiza sus funciones de forma presencial.

LAS MUTUAS

En la vuelta al trabajo presencial juegan un papel primordial las mutuas. «La recomendación de Quirónprevención de cara a la reincorporación a la actividad de las empresas pasa en primer lugar por conocer el estado de salud de los trabajadores frente al virus», señalan fuentes de la misma. Para ello, añaden, «disponemos de diferentes tipos de pruebas que serán interesantes todas ellas en función de lo que se quiera medir y en qué momento». Sin embargo, eso no es suficiente. Quirónprevención indica que esa medida debe ir acompañada de un plan de actuación para la reincorporación a la actividad en el que se contemplen todas las medidas higiénicas, de distanciamiento interpersonal, y organizativas. «Este plan debe estar hecho a medida, en función de las particularidades de cada compañía», concluye.

El director de Asepeyo en Córdoba, Javier García, asegura que el teletrabajo se sigue combinando con el presencial. Según indica, las empresas que están recuperando a sus trabajadores están restringiendo las salidas de sus empleados, que deben ser justificadas, y las entradas de personas ajenas a ellas. Lo habitual, añade, es que realicen turnos rotatorios y grupos para que no se crucen unos con otros.

La presidenta de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), Inmaculada Rufián, a pesar de la paulatina incorporación de empleados a sus centros de trabajo, piensa que «el teletrabajo se impone y nosotros somos los primeros en practicarlo casi al 50% entre los administrativos, no en el personal asistencial». En el caso de las empresas que recuperan los hábitos que tenían antes de la pandemia, asegura que «somos muy estrictos a la hora de las medidas de prevención, tenemos una cultura preventiva muy arraigada». A su juicio, las medidas de seguridad se están respetando y son impuestas por las empresas a sus trabajadores.

UGT

El secretario de Formación y Empleo de UGT, Manuel Torralba, percibe que «hay una progresiva incorporación de los trabajadores al trabajo presencial, aunque sigue dependiendo mucho de los sectores, ya que hay miles de personas afectadas aún por los ERTE». No obstante, afirma que «hay compañías y profesionales autónomos que siguen apostando por el teletrabajo o por un sistema semipresencial», que «ha de ser regulado para evitar abusos de horarios y jornadas interminables, así como para distribuir los gastos derivados del trabajo en casa».

Como detonante para la vuelta al trabajo presencial ve la apertura de las aulas, que ha hecho que sean «mayoría las empresas que han optado por el regreso a un trabajo presencial en detrimento del teletrabajo, sobre todo, en oficinas, entidades bancarias o trabajos relacionados con tareas administrativas». Esa circunstancia «repercute en una mayor actividad en el transporte, servicios de catering y agentes comerciales». Ese trabajo presencial irá a más con la llegada de la campaña del olivar y de los cítricos.

Torralba señala que, como tónica general, «las empresas han adaptado sus protocolos y metodología a las medidas de seguridad y prevención», han establecido turnos de entrada y salida escalonados, se han provisto de geles han realizado reformas para asegurar la distancia de seguridad o han instalado mamparas. Sin embargo, UGT echa en falta la realización de test, que «tendría que haberse extendido más entre las empresas, sobre todo, en zonas de alta densidad comercial o polígonos».

UGT demanda a las empresas «el cumplimiento escrupuloso y a rajatabla de los protocolos y planes de contingencia» y a las administraciones, que «refuercen con medios técnicos y humanos a la Inspección de Trabajo para que garanticen este cumplimiento».

El sindicato considera fundamental la conciliación, en la que las mujeres están siendo «las más perjudicadas del mercado laboral, ya que muchas de ellas se han visto obligadas a renunciar o pedir permisos para el cuidado de los menores o dependientes durante estos seis meses de pandemia». Por ello, considera «urgente la articulación de las bajas en los casos en los que los hijos tengan que permanecer en cuarentena por el cierre de aulas o colegios, aún cuando su PCR sea negativa».

CCOO

El responsable de Salud Laboral y Acción Sindical de CCOO, Aurelio Martín, piensa que «se está pidiendo la vuelta de las personas que teletrabajaban a sus centros, sobre todo, por la incertidumbre de cómo va a quedar la nueva ley del teletrabajo». A su juicio, «hay mucho miedo por tener a personas teletrabajando y no poder justificar cómo hacerlas regresar a su centro de trabajo», además de la «incertidumbre» en torno a esta nueva norma.

CCOO piensa que esta vuelta al trabajo «genera ansiedad, sobre todo en las oficinas donde no se puede mantener la distancia y en los espacios cerrados y sin ventilación». A su juicio, «las empresas no se han preocupado de que sean espacios adecuados» y «no se está cumpliendo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales». Según indica, «los trabajadores están preocupados porque ven que no se cumplen las condiciones mínimas de seguridad» y se «encuentran indefensos». A esto se une que, según señala, «no se realiza una labor de inspección, que con la pandemia desapareció».

Paradójicamente, subraya Martín, «los servicios de prevención han sido de los primeros que se han puesto a teletrabajar y cómo se evalúa un puesto de trabajo desde casa?». «Nos encontramos empresas que dicen que cumplen las normas porque ponen marcas y botes de gel hidroalcohólico, carteles en las zonas comunes, pero la salud y la seguridad van más allá», afirma. Entre otras cuestiones piensa que hay que analizar los tiempos en los que se lleva la mascarilla puesta. «A lo mejor se pone una medida pero supone otro riesgo, por eso los servicios de prevención deben evaluar», concluye.