Los trabajadores de la planta de ABB en Córdoba se han concentrado esta mañana en la puerta de la fábrica para mostrar su rechazo al nuevo Expediente de Regulación de Empleo anunciado por la empresa y que afectaría 59 empleados, 49 de la fábrica de Córdoba y 10 de la de Bilbao. Consideran que se trata de "una limpia" previa a la anunciada venta de la empresa a la firma japonesa Hitachi y "otro ejemplo de que en esta empresa, ante la incapacidad de una buena organización ABB quiere arreglar sus problemas con despidos", según ha manifestado esta mañana el presidente del comité de empresa, Jesús Villegas.

El próximo viernes 21, los representantes de los trabajadores están citados en Madrid para la entrega de documentación e inicio de consultas y ahí trazaremos el calendario de reuniones y los sindicatos empezarán a pactar las movilizaciones "a las que por desgracia estamos acostumbrados", ha recalcado Villegas. Los trabajadores han lamentado la falta de innovación de la empresa a la hora de incorporar medidas organizativas que permitan abaratar los costes del producto o la fabricación de nuevos elementos. En este momento, ABB está centrada en la fabricación de grandes generadores de electricidad y los empleados no saben si tras la venta a Hitachi habrá cambios. Según la información de que disponen, la venta se produciría en el primer semestre del 2020 y durante los tres primeros años, Hitachi asumiría el 80% de la empresa y ABB el 20%, para después dejarlo todo en manos de Hitachi o continuar con esa parte.

Vídeo: Concentración de trabajadores de ABB.

También ha explicado que la empresa, como publicó este periódico, ofreció "un plan de viabilidad antes de Semana Santa que tuvo que ser negociado de forma express con el comité para que fuera votado por todos los trabajadores en asamblea". Pese al "gran esfuerzo que realizamos aceptando aumentar las horas de flexibilidad y cesión de parte de las vacaciones para que las distribuya la empresa", el plan incluía además 25 bajas voluntarias entre jubilaciones, traslados a Zaragoza y bajas voluntarias que no se logró alcanzar. "En una semana, hubo que negociar decisiones tan importantes como abandonar la empresa o trasladarse con la familia a otra ciudad y conseguimos llegar a 17 personas, pero la empresa decidió que no era válido". El resultado es el anuncio de un ERE por parte de ABB.

De momento, todos los empleados están afectados y no hay diferenciación de qué colectivo de entre las 350 personas que trabajan en la fábrica podrían verse afectadas. "Es un problema de todos", ha indicado Villegas. Se da la circunstancia además de que a estas alguras, la media de edad de los trabajadores es bastante joven, por debajo de los 40 años. "El cambio generacional ya se ha producido, quedan muy pocos compañeros con posibilidad de prejubilación", ha informado, por lo que "vamos a pelear para que no haya bajas traumáticas y se haga todo de forma voluntaria".