Los trabajadores de la sede central de Sanyres-Orpea en Córdoba, que gestiona varias residencias de mayores, han pedido a la empresa francesa que, en caso de que se les despida, "al menos se les igualen las condiciones tan ventajosas con las que se rescindió el contrato de seis directivos".

La denuncia de desigualdad en el trato llega después de que el grupo francés Orpea, que adquirió el pasado verano la empresa cordobesa, informara a los trabajadores de su intención de cerrar su sede en Córdoba y obligar a los 23 trabajadores a trasladar su puesto de trabajo a Madrid, aunque sin presentar "ningún tipo de mejora económica en el contrato", explican a Efe delegados de Personal de la Empresa, que prefieren permanecer en el anonimato.

Mientras que la empresa francesa, consultada por Efe, prefiere no ofrecer declaraciones para "no entorpecer las negociaciones", los trabajadores han recibido una circular en la que se les notifica que, a partir de hoy, una empresa de Seguridad estará presente en el centro de trabajo "para vigilar las instalaciones y documentación del centro", y de que "se van a cambiar las cerraduras".

Según la plantilla, las condiciones que impone la empresa suponen "un fraude de ley", y un "despido encubierto" con el que pretenden que no se declare improcedente la finalización del contrato de los 23 trabajadores de la sede en Córdoba, a los que ofrecen "20 días por año o el traslado sin mejora económica a Madrid".

El problema está, según indican, en que esta propuesta difiere mucho de las condiciones con las que se despidió a 6 directivos, que dejaron la empresa hace unos meses, "con 45 más 33 días por año, más una anualidad completa, y cuyas indemnizaciones fueron de 1,6 millones de euros", aseguran los delegados.

"Si a nosotros nos aplicaran las mismas condiciones, los 23 despidos supondrían para la empresa 1,7 millones de euros, ya que a nosotros no nos han duplicado el sueldo en el último año para hacer más cómodo nuestro despido, como sí hicieron con estos 6 directivos", explica una trabajadora de Sanyres, que espera que Orpea ceda ante las pretensiones de los trabajadores en las dos reuniones que quedan -mañana y el jueves-.

No obstante, las mismas fuentes han aclarado que su intención siempre sería la de mantener los puestos de trabajo en Córdoba, desde donde Sanyres ha gestionado siempre el mantenimiento de sus 18 residencias, las mismas cuya gestión adquirió Orpea hace unos meses "bajo la promesa de que no habría despidos".

Además, los trabajadores aseguran que "la empresa es solvente" y "tiene necesidad de recursos humanos tras haber duplicado el número de centros", mientras que el centro de Sanyres-Orpea en Córdoba ha venido funcionando hasta ahora "sin ninguna queja o expediente de ningún tipo", y con un sistema informático que permite trabajar en remoto y gestionar perfectamente los 18 centros de Sanyres y los otros 20 de Orpea en la Península Ibérica.