Los terrenos que dejó libres la antigua residencia Teniente Coronel Noreña tras su derribo solo cuentan con un centro de salud y especialidades, el Castilla del Pino, que lleva cinco años funcionando. Sin embargo, ese edificio no era el único planificado para llenar de vida los 19.695 metros cuadrados existentes. La construcción más llamativa iba a ser una torre de 16 plantas y 56 metros que se iba a convertir en la más alta de la ciudad, superando incluso a la de la Mezquita. El proyecto, del arquitecto Vázquez Consuegra, estaba presupuestado en 50 millones durante la década pasada y pensado para albergar las delegaciones provinciales de la Junta. Desde el año 2011, momento en el que pasó su último trámite, no se ha sabido más de la iniciativa. Junto a la torre, también había previsto un centro cívico y un edificio de la Tesorería de la Seguridad Social. Ninguno de ellos ha visto la luz.