La Universidad Pontificia de Comillas se impuso ayer a la Asociación de Debate Babel de Granada en una reñida final en la que ambos equipos abordaron el tema de esta convocatoria, en torno a la desobediencia civil y la duda de si ésta constituye una amenaza al estado democrático cuando se rebela contra él para combatir leyes que considera injustas. La décimo tercera edición de este torneo, organizado por el Club de Debate Universitario de Córdoba (CDU), contó con la participación de siete equipos de cuarto, procedentes del propio CDU, del Aula de Debate de la Universidad de Córdoba, del Club Dilema y de la Universidad Loyola, pero ninguno logró superar la fase de cuartos de final. En las semifinales, según informó Paloma Martínez, directora técnica del torneo, se enfrentaron el equipo Cánovas de la Universidad de Málaga y Babel de Granada frente a dos equipos de Comillas. Uno de ellos, compuesto por cuatro chicas, acabó imponiéndose al resto defendiendo en este caso la tesis de que la desobediencia civil supone una amenaza para el Estado. Como es habitual en el formato de debate académico, los equipos tuvieron veinte días para documentarse con el fin de encontrar argumentos a favor y en contra de la cuestión propuesta, ya que un sorteo determina apenas minutos antes de que empiece el debate en qué postura deben situarse.

Paloma Martínez defendió ayer la importancia del debate universitario «que ofrece herramientas para manejar las técnicas de la oratoria necesarias para desempeñar cualquier empleo y para saber comunicar y desarrollar un pensamiento crítico».