Tres empleados de Arquepec trabajaban ayer en el Templo Romano, donde la empresa ha reanudado las obras que dejó paradas el 24 de septiembre al considerar que es necesario un modificado de proyecto. La Gerencia de Urbanismo dio la semana pasada un ultimátum a Arquepec, a la que le concedió cinco días para retomar los trabajos, ya que, en caso contrario, procedería a la resolución del contrato por incumplimiento del mismo.

Esta obra corre prisa, ya que está incluida en el Plan Turístico de Grandes Ciudades, que ya lleva dos prórrogas y cuyas actuaciones deben estar concluidas para marzo del 2019, aunque la justificación de las mismas puede ser posterior, así como la vigencia del convenio, que acaba a mitad de año. Antes de pedir una nueva pórroga, el Ayuntamiento ha preferido intentar llegar a un acuerdo con la empresa.

Las obras del Templo Romano salieron a concurso hace más de un año por vía de urgencia pero su adjudicación se ha demorado de tal forma que hasta el verano pasado no empezaron. Los trabajos fueron adjudicados a Arquepec por 338.023 euros y un plazo de ejecución de cinco meses. Aunque empezaron en julio, en agosto es cuando llamaron más la atención por la retirada de piezas para montar la pasarela que permitirá pasear por el interior del Templo Romano, hecho que no se había producido hasta ahora. Tras la intervención, que ya ha tenido una primera fase, el monumento ofrecerá una imagen distinta y la visita se podrá realizar a distintos niveles. Otro de los proyectos del plan turístico, la restauración del convento Regina sigue a la espera de solución.