La empresa Tragsa, a la que la Junta le ha encargado terminar la reforma del Palacio de Congresos, tiene por delante una larga lista de tareas que ha de realizar con el horizonte temporal de agosto del 2018, mes en el que cumple el plazo de un año recogido en la resolución de la encomienda de gestión. Según consta en ese documento, los trabajos tienen un presupuesto de 2,1 millones, de los que cerca de un millón se emplearán este año, y 1,1 millones, el año que viene. De ellos, la remodelación del salón de plenos es el más costoso, ya que necesita 1,2 millones.

La intervención principal se centrará en el salón, en el patio azul y en el entorno de ambos. Tragsa realizará la renovación casi total del salón de actos para aumentar su aforo y adecuar sus instalaciones a las necesidades congresuales, y adaptará el patio azul a la nueva distribución. El salón plenario tendrá como espacio complementario el adarve de la muralla, que se utilizará para albergar exposiciones al aire libre. El informe indica que para aumentar la distancia entre el salón de plenos y la muralla se demuele el cuerpo anexo, aumentando la superficie del patio posterior. De esa forma se facilita la evacuación y se pone en valor el patio y el adarve.

Dentro del salón de actos quedan múltiples tareas pendientes que la anterior adjudicataria no llegó a ejecutar. La memoria que ha presentado Tragsa tras un estudio previo indica que hay que terminar la cimentación del foso del montacargas, acabar tabiques y estructura metálica y finalizar el aislamiento acústico. También faltan los revestimientos de madera para el suelo, paredes y techo. En cuanto al patio azul y las habitaciones aledañas en la planta baja y en la primera, el documento señala que quedan los revestimientos y no hay ninguna instalación terminada.

Otra tarea será la de reparar las goteras aparecidas en la cubierta del salón de plenos y ampliar la dotación de cabinas de traducción, construyendo una nueva de control general audiovisual. Como curiosidad, el informe explica que el proyecto de obra que quedó parado en el 2015 no presupuestaba el escenario del salón de actos, que ahora se incluye y que será desmontable de tarima modular de aluminio.

La empresa Tragsa llevará a cabo las unidades de obra no previstas que se introdujeron en el proyecto original y todas las mejoras que la anterior adjudicataria no ejecutó.