Ninguna de las grandes obras que Córdoba tiene pendientes acabará en los plazos que estaban previstos. La casuística de los problemas y la situación actual de cada proyecto es muy variada, y en algunos casos las dudas se suscitaron desde el momento mismo de la adjudicación. Los expedientes de estos proyectos de ciudad se arrastran como condenas de un mandato al siguiente.

La obra de la Normal, por ejemplo, lleva dos años parada por desavenencias entre el Ayuntamiento y la adjudicataria. Las últimas noticias que tuvimos de este proyecto, en el mes de julio, fueron que Urbanismo le concedía un mes y medio a la empresa para concluir la obra, y que estaban en peligro 1,2 millones de euros de los fondos europeos que sufragaban el proyecto.

Tampoco es mucho mejor el panorama de la reforma del Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones de Córdoba, cuyas obras empezaron en 2015, deberían haber culminado en el 2016, pero llevan paradas desde el 2017. El nuevo equipo de gobierno aprobó en junio volver a licitar lo que estaba pendiente, tras rechazar la idea de PSOE e IU de que esos flecos los hiciese la empresa pública Tragsa.

Hace unos días publicábamos que, pese a que el Plan Turístico de Grandes Ciudades ha superado ya su quinto año de vigencia, apenas sobrepasa el 60% de ejecución. De este plan están pendientes dos proyectos de envergadura: la rehabilitación del convento Regina y la restauración del Templo Romano. En el caso de este último, el Ayuntamiento está pendiente de resolver el contrato con la adjudicataria y la situación de paralización de la obra, que empezó en julio del 2018 y que tenía que estar acabada en diciembre. La obra se paró en Semana Santa, solo al 20% de ejecución.