Los sueldos subieron en el 2018 en Córdoba un 4,4%, por encima de la media andaluza (+3,6%) y la media nacional (+3,3%), pese a lo cual la provincia se mantiene como la quinta de España con salarios más bajos. La Agencia Tributaria hizo ayer públicos los datos relativos al 2018, que reflejan que los cordobeses cobraron de media 14.602 euros, unos 600 euros más que en el 2017, una subida importante que, sin embargo, mantiene a la provincia lejos de la media andaluza, que se sitúa en 15.668 euros, 1.066 euros más que aquí. Y eso que en Andalucía están tres de las cuatro provincias con sueldos aún más pobres que los de Córdoba: Almería, Jaén y Huelva, completando el pool de sueldos bajos Badajoz, donde cobran una media de 14.435 euros. Los datos publicados por la Agencia Tributaria se refieren únicamente a los trabajadores asalariados (empleados por cuenta ajena).

La brecha territorial entre el norte y sur se hace más evidente cuando se compara a Córdoba y a Andalucía con los salarios medios del resto de España, que se sitúan a una distancia de 5.2017 euros de media, gracias a la influencia de regiones como Madrid (25.904), Cataluña (22.373), Asturias (20.650), Cantabria (19.890), o La Rioja (19.747).

A la brecha territorial hay que sumar la brecha por sectores. Mientras los trabajadores de la agricultura (más de 47.000 asalariados) tienen un sueldo medio de 4.472 euros, los empleados de entidades financieras y aseguradoras cobran en Córdoba una media de 30.622 euros, por encima de la mayoría de provincias andaluzas. En el rango medio están los trabajadores de servicios sociales, el más numeroso en la provincia y que abarca gran parte del funcionariado, con un sueldo medio de 19.690, y el comercio, reparaciones y transporte, donde cobran 14.578.

Pero ¿cómo se explica que los salarios aumentaran en Córdoba por encima de la media andaluza y española? Según Fernando Lara de Vicente, profesor del departamento de Estadística y Economía Aplicada de la Universidad de Córdoba, el incremento puede achacarse a dos factores, por un lado, la subida aplicada a los sueldos en la función pública en el 2018, en una provincia con una presencia importante de este sector respecto al conjunto de asalariados; y por otro, al aumento del salario mínimo interprofesional aplicado ese año, que ha tenido más impacto en lugares donde los sueldos eran más bajos de lo normal, como es el caso.

Los datos reflejan además, según Lara de Vicente, que hemos avanzado muy poco y «seguimos con una estructura de salarios muy bajos, marcados por la temporalidad y los contratos parciales», algo que es especialmente preocupante en ámbitos como el turismo, «del que se dice que es un motor de Córdoba cuando el saldo que deja es bastante pobre en términos económicos».

Los salarios de Córdoba son más bajos que en el resto de comunidades, entre otros factores, «porque la reserva de actividad está en la hostelería y la restauración», señala, donde los sueldos son muy bajos, lo que refleja «un panorama que no es nada bueno» para los trabajadores ni para los pensionistas.

Las pensiones en Córdoba, entre las diez por la cola de España

Con salarios tan bajos, no es de extrañar que «las pensiones de los cordobeses (12.751 anuales de media) se encuentren entre las diez por la cola de España y a una distancia de más de 2.000 euros de la pensión media española (14.917 euros de media)», señala Fernando Lara. De los 177.093 pensionistas registrados en el 2018 en Córdoba, 70.326 están en el tramo de mayores de 75 años, se encuentran los más pobres, con una pensión media de 11.865 euros, lo que supone 1.616 euros menos que la media en España. En el tramo inmediatamente superior, entre 66 y 75 años, donde hay 60.592 personas jubiladas más recientemente, la pensión media en la provincia se sitúa en 15.032 euros. Aunque la pensión refleja un incremento, la brecha territorial es más grande, ya que los cordobeses de esa edad cobran 2.744 euros anuales menos que la media española. Esto constataría que la diferencia de los salarios, así como el impacto del desempleo y las menores cotizaciones que golpean a Córdoba desde que empezó la crisis, tiene cada vez mayor reflejo en la cuantía final de las pensiones que se cobran tras la jubilación.