Una vez más, una concentración más, un grito más, una protesta más. Y el aullido contra el machismo sigue sin dar frutos. Alrededor de un millar de personas se han concentrado esta noche en el Bulevar Gran Capitán de Córdoba para sumarse a la movilización nacional y decretar la emergencia feminista. Porque siguen muriendo mujeres a manos de sus parejas, sus exparejas, sus agresores y «¡no son arrebatos, son asesinatos!». Llueve sobre mojado. Tras un mes de julio sangriento que «dejó tras de sí 13 mujeres y un menor asesinados», centenares de hombres y mujeres han salido a la calle para negar que «son cosas que pasan» y exigir que cualquier chica pueda salir a la calle sola y sin miedo, que los jueces «dejen de dictar sentencias machistas» y que garanticen al menos el derecho fundamental a la vida de todas las mujeres.

«Que se garantice la aplicación inmediata de las medidas contenidas en el Pacto de Estado y de las contenidas en la Ley Integral que aún no se están aplicando y se garantice la dotación presupuestaria adecuada y suficiente para cumplir las medidas legislativas de prevención de la violencia de género y de protección y recuperación de las víctimas» han sido algunas de las reivindicaciones.

Con Elena Vega, portavoz de la Plataforma Cordobesa contra la Violencia de Género al frente, Córdoba recordó uno a uno los nombres y apellidos de las 51 mujeres asesinadas este año, representadas sobre el suelo, cubiertas por un manto violeta con el que visibilizaron el rastro de muerte que el machismo sigue dejando en España. «El 2019 pasará a la historia por haber vivido un verano negro», recordó Vega, que lanzó un alegato explicando los motivos por los que España debe declarar el estado de emergencia feminista.

Concejalas y algún concejal también de todos los partidos representados en el Pleno del Ayuntamiento, excepto de Vox, acudieron a la protesta, algunas por primera vez quizás, para mostrar el respaldo al mensaje de la plataforma.

«El machismo mata, empobrece y atonta, por este orden», recordó una de las activistas parafraseando a Amelia Valcárcel, al inicio de un discurso reivindicativo de derechos que declarando la intención de «dar luz a la oscuridad con una noche violeta» en recuerdo de las mujeres víctimas y a favor de las vivas.