La Asociación San Rafael de Alzhéimer vive uno de sus momentos más críticos desde su fundación a causa de la crisis del covid-19, que ha provocado el cierre del centro de día -en el que atendían a 59 personas-, la paralización de los talleres terapéuticos -aunque la residencia que apoya a 23 usuarios permanece abierta- y un déficit en las arcas de la entidad que se está traduciendo en una «enorme incertidumbre» con respecto al futuro de su actividad, de la que personas con esta enfermedad degenerativa se benefician.

Así lo ha comunicado a este periódico el presidente de la Asociación Rafael Luque, que ha puesto de manifiesto las difíciles situaciones a las que se han enfrentando tras los cierres; entre ellas, la imposibilidad de realizar eventos para recaudar fondos, la disminución del número de usuarios atendidos, la puesta en marcha una reestructuración compleja del organigrama que, aunque ha permitido seguir asistiendo a los usuarios de manera telemática en apoyo psicológico, fisioterapéutico y en la impartición de talleres, ha provocado un desequilibrio a nivel presupuestario.

A todo esto, se suma que perdieron a la persona que ejercía la gerencia durante el pasado mes de abril, en plena primera ola de la pandemia, que fue sustituida por Moisés Zamora. El nuevo gerente habría conseguido desarrollar un plan de viabilidad para poder mantener la asociación en el tiempo, basándose en el estudio de los ingresos de la entidad, entre los que se incluyen las cuotas de los usuarios por los servicios, las donaciones, las subvenciones, las aportaciones de los socios y los ingresos derivados de los talleres. Así, Zamora habría hecho una comparativa de la situación económica en la que se encontraba la asociación de alzhéimer en febrero con la que se encontraba en el mes de octubre, resultando un desequilibrio de unos 27.000 euros mensuales menos, lo que les ha motivado en esta nueva etapa, en la que habrá ajustar los gastos de personal, llevando a parte de la plantilla a un ERTE y a un descuelgue salarial del 5% para los trabajadores, acordado con el comité de empresa y la comisión negociadora. Desde la junta directiva, explica el presidente, no quieren que esta reducción temporal de la plantilla afecte a la atención directa de las personas afectadas por alzhéimer. Además, también habrá una nueva propuesta de cuotas de socios y de tarifas que afectará a las residencias, habiéndose comunicado ya a las familias, aunque tendrán que ser aprobadas en una asamblea a final de año.

La asociación, que trabaja desde 1996 con el objetivo prioritario de mejorar la calidad de vida de las personas que padecen alzhéimer; y que está formada por familiares de enfermos de alzhéimer, así como por colaboradores profesionales de la psicología, medicina, trabajo social, enfermería, jurídicos y otras disciplinas implicadas en la atención a los enfermos, solicita ahora ayuda urgente a todas las entidades financieras, empresas y particulares, que puedan aportar su granito de arena para poder continuar con su labor. Para ello, un equipo de voluntarios, liderado por Mamen Carrasco y Juan J. Mata, especialmente implicados con la organización, está recorriendo puerta por puerta cada organización en busca de nuevas donaciones. Asimismo, se podría colaborar con «préstamos sociales», otorgando a la asociación una cantidad -mínima de 5.000 euros- y firmada ante notario, que será devuelta en un plazo de diez años.

El daño que está causando la pandemia en los enfermos de alzhéimer, según cuenta Rafael Luque, puede que sea en algunos casos incluso irreversible. «Están viviendo situaciones de estrés, ansiedad, problemas de conducta, deterioro cognitivo, agresividad y va a ser muy difícil volver a la normalidad, pero vamos a poner todo nuestro empeño y seguiremos reafirmando nuestro trabajo». Para ello, la entidad profundiza en aspectos como la memoria, la atención y la concentración a través de sus diferentes campos de intervención. A pesar de estar viviendo un momento duro, el presidente manifiesta «su optimismo» y ganas de «seguir luchando» por continuar con su labor. Eso sí, van a necesitar la colaboración de los cordobeses para que la situación no siga empeorando .