Solo una tercera parte de la flota de autobuses de la empresa municipal Aucorsa circulará durante el jueves y el viernes, jornadas en las que el comité de empresa ha convocado una huelga por el estancamiento de la negociación del convenio colectivo. Los servicios mínimos, sobre los que no ha habido acuerdo, han sido fijados por la Junta en el 30%. Esto significa que durante la mañana, de los 101 autobuses que normalmente circulan por las calles de la ciudad, solo transitarán 30, mientras que de los 84 que recorren la capital por la tarde, únicamente lo harán 25. De esa forma, durante la mañana, prestarán servicio entre uno y tres autobuses por línea, mientras que por la tarde no habrá más de dos. Además, los microbuses que recorren el centro dejarán de hacerlo durante las dos jornadas.

Los detalles de estos servicios mínimos fueron explicados ayer por el presidente de Aucorsa, Andrés Pino, que indicó que los autobuses empezarán a circular más tarde de lo habitual y dejarán de hacerlo antes. La primera salida será la de la línea 6 a las 6.15 horas, mientras que la última será la de la 11, que se producirá a las 22.50 horas. La huelga tendrá efectos en las frecuencias, que serán menores, y en los tiempos de recorrido, que serán mayores. Por la mañana, las frecuencias oscilarán entre 27 minutos y una hora, mientras que los recorridos serán de entre 56 minutos y una hora y 44 minutos. Por la tarde, la frecuencia mínima será de 35 minutos y la máxima de una hora mientras que el tiempo de recorrido oscilará entre 54 minutos y una hora y 36 minutos. Como servicios auxiliares habrá un contramaestre, un inspector de calle, otro del SAE, un portero, dos mecánicos y un administrativo.

Pino lamentó la «incomodidad» de esta huelga «pero estamos en la negociación del convenio y no hay acuerdo». Por su parte, la portavoz del PSOE, Carmen González, dejó claro que se ha hecho

«lo posible» por evitar el paro y que «dar respuesta a las reivindicaciones de los trabajadores no es cuestión de voluntad, sino de legalidad», aludiendo así a las limitaciones estatales. En este sentido, señala que supondría aumentar entre un 10 y 15% la masa salarial o disminuir en esa cuantía el servicio y «ninguna de las dos cosas son factibles».