El tiempo pasa y Córdoba tiene más de una docena de solares que, a pesar de contar con planes de futuro, son parcelas baldías que están a la espera de que se haga realidad el proyecto que les dará vida. Sin contar con los terrenos que aún quedan por edificar en los barrios nuevos, que son muchos, la ciudad consolidada está salpicada por solares vacíos que, en algunos casos, deterioran su imagen devorados por la suciedad y los jaramagos. Son espacios con proyectos públicos y privados que han generado expectativas entre los vecinos de los barrios en los que están, aunque hayan cambiado de manos o de rumbo con el paso de los años y las renovaciones de gobierno.

De la lista de parcelas que hace cinco años estaban sin edificar en puntos clave de la ciudad, solo han cambiado de aspecto tres, la que alberga ya la Ciudad de la Justicia, abierta desde el año pasado; la que ocupa el edificio a medio construir de la biblioteca en los jardines de los Patos, cuya obra lleva parada casi dos años; y la ubicada junto a la glorieta Amadora, que tendrá dentro de poco una torre de catorce plantas con 38 viviendas de lujo que sustituye al proyecto del desaparecido Grupo Ñ XXI. Esta misma semana, en el solar del antiguo Cine Andalucía, han empezado las obras que lo transformarán en un espacio para el ocio, aunque de forma provisional, ya que su fin es ser un aparcamiento para residentes con instalaciones deportivas.

Otros solares no han corrido tanta suerte aún y están a la espera de tener uso. En esa situación se encuentran los terrenos del descartado Palacio del Sur, donde solo se ha habilitado una pequeña parte como aparcamiento; de la antigua residencia Noreña; del anhelado Museo de Bellas Artes; del Parque del Canal; del complejo deportivo de la calle Teruel; del anunciado centro deportivo del plan Renfe; del frustrado hospital de El Tablero; o del antiguo hotel Gran Capitán.