El grupo de investigación de regulación hormonal del balance energético, la pubertad y la reproducción, dirigido por el doctor Manuel Tena-Sempere, pone de manifiesto por primera vez la existencia de un nuevo circuito regulador por el cual las señales metabólicas, derivadas de situaciones como la delgadez o la obesidad tempranas alteran la edad de inicio de la pubertad.

La pubertad es un periodo madurativo clave en la vida de toda persona, en el que se alcanza un completo desarrollo corporal y psicológico, además de la capacidad reproductiva. En los últimos años, ha crecido el interés por el estudio de los mecanismos genéticos, nerviosos y hormonales responsables del control de la pubertad, no sólo por la importancia del fenómeno en sí, sino también porque se han observado cambios en la edad de la pubertad en numerosos países. El grupo de investigación del IMIBIC, UCO y CIBEROBN, dirigido por el doctor Manuel Tena-Sempere, catedrático de Fisiología de la Universidad de Córdoba y subdirector de investigación básica en el Imibic, está trabajando para conocer los mecanismos responsables de estos cambios de tendencia, que se manifiestan principalmente en forma de adelanto de la edad de la pubertad, especialmente en niñas, y que podría tener repercusiones clínicas en etapas posteriores de la vida, tales como alteraciones cardio-metabólicas, ginecológicas y ciertos tipos de tumores, en pacientes con pubertad adelantada o retrasada.

En este estudio preclínico, cuya primera autora es la doctora María Jesús Vázquez, los investigadores del Imibic, la UCO y el CIBEROBN demuestran por primera vez la existencia de un nuevo circuito regulador, a través del cual las señales metabólicas, derivadas de situaciones anormales, como la delgadez o la obesidad tempranas, modifican la actividad de una molécula reguladora, denominada Sirt1, que a su vez controla la expresión de un factor fundamental para la activación de la pubertad, el Kiss1. En efecto, este gen, el Kiss1, es responsable de la producción de las kisspeptinas, unas moléculas cerebrales que activan el sistema reproductor y que son imprescindibles para la correcta maduración puberal y por tanto, para que la pubertad comience a una edad adecuada. En este sentido, el grupo de investigación del doctor Tena-Sempere ha realizado numerosas aportaciones al campo de las kisspeptinas en los últimos quince años, que han incluido la caracterización de su papel en el control metabólico de la pubertad.