Los turistas que paseaban ayer por los alrededores de la Mezquita-Catedral se preguntaban qué pasaba en el tejado. Se trataba de uno de los simulacros que lleva a cabo de forma rutinaria el equipo de mantenimiento del Cabildo. Prácticas como ésta tienen el objetivo de prevenir posibles incendios como el que se produjo hace unos meses en la catedral de Notre Dame o como el que tuvo lugar en este edificio en el año 2001. Pretende, también, verificar las medidas destinadas a la protección de incendios y en el caso de que se produzcan saber cómo actuar. La Mezquita-Catedral es el único edificio que cuenta con este protocolo tan estricto. Las prácticas se llevan a cabo una vez al mes.

Según informó este diario hace unos meses, el edificio es pionero en sistema de protección antiincendios. Este protocolo empezó a funcionar después del famoso incendio ocurrido en París este mismo año. Además de los simulacros, se llevan a cabo otras medidas de prevención de incendios, como no utilizar sistemas de soldadura ni radiales dentro del monumento. Prefieren optar por otros sistemas, pero, en el que caso que sea necesario, deberá hacerse uso de los aparatos en el patio o alrededores.

Este complejo sistema de protección está coordinado por los bomberos de Córdoba, que se encargan de proteger cada rincón de la ciudad ante posibles incendios. Medidas como ésta son de vital importancia para conservar el patrimonio histórico de Córdoba y de otras ciudades, y para evitar la pérdida de valor de los edificios. Por ello, debería servir de ejemplo para que otras organizaciones lo empiecen a poner en práctica en otros edificios.