El Silo lleva más de 30 años cerrado. La Asociación de Amigos de Ategua persigue, desde hace alrededor de 7 años, recuperar este espacio propiedad del Estado para «el pueblo», que es como llaman los de Santa Cruz a esta barriada periférica. «La cosa es no perder esos metros cuadrados que son de todos. Nos parece un destrozo para el pueblo», comenta José María Serrano, miembro de la asociación.

Hoy, precisamente, está prevista una asamblea a las 19 horas en el colegio Elena Luque para analizar la situación --en la actualidad el Ministerio de Agricultura tiene prevista la subasta del edificio-- y ver cómo se puede seguir reclamando la cesión, para lo que los vecinos incluso promovieron una recogida de firmas en internet. «Llevamos ya 1.300 y Santa Cruz tiene 600 habitantes», comenta José María Serrano.

¿Y por qué tanto empeño en reclamar este antiguo silo de cereales? «Pretendemos recuperar no tanto el Silo como las naves, porque el problema de Santa Cruz es que no tiene terreno público para hacer infraestructuras», comenta Serrano, quien abunda en la falta de espacios sociales en la barriada o, simplemente, lugares para que puedan reunirse los vecinos o acudir los niños y los jóvenes por la tarde. Además, la idea de este colectivo pasa por impulsar en estos edificios un centro de interpretación o un museo de Ategua, un yacimiento que espera desde hace décadas que se haga justicia con él. El proyecto es más ambicioso porque la idea pasa por la creación de una especie de museo etnográfico de la provincia que, entre otras cosas, «evitaría que se perdiesen muchas piezas y hallazgos del yacimiento arqueológico». «Además, se baraja la posibilidad de que las naves anexas incluyan una sala de exposiciones, un salón de actos o incluso un vivero de empresas».

La asociación considera, en última instancia, que un proyecto de este calado vendría a revitalizar la barriada, que se enfrenta a un paulatino proceso de despoblamiento. «Santa Cruz se despuebla y hay que hacer algo para impedirlo. El Silo es algo positivo que podríamos tener para dinamizar la cultura, el trabajo y, en definitiva, el pueblo mismo».

Desde la asociación urgen a las administraciones locales a tomar cartas en el asunto. «Desde que hace dos años se aprobó una moción en el Pleno reclamando la cesión no se ha hecho nada. Nos están mareando», afirma Serrano. Recuerda que cuando empezaron hace 7 años con esta batalla, el Silo era entonces propiedad del Estado --unos años después pasó a manos de la Junta de Andalucía y después, a las del Ministerio de Agricultura, relata-- y la Administración central contestó a su primera petición diciéndoles que era un sitio «emblemático y estratégico», por lo que no se podía ceder. «Sin embargo, otros silos como el de Montemayor o el de Córdoba, que lo tiene el Arqueológico, sí se cedieron. «Luego, se puso a la venta, aunque no se compró, pero el intento dejó claro que no debía ser estratégico cuando querían venderlo», añade.

El interés social del edificio parece más que justificado y por eso todos los partidos han mostrado su apoyo a la iniciativa vecinal. Sin embargo, el Ayuntamiento, que efectivamente expresó en septiembre su deseo de que el Estado paralizase la subasta que está en curso, no respondió de nuevo al Ministerio de Agricultura cuando este le requirió que en una nueva carta indicara «explícitamente» la intención de adquirir el inmueble, que tiene un precio aproximado de 300.000 euros. Ahora también se baraja la posibilidad de una permuta de suelos. A los vecinos el cómo no les importa, lo que quieren es una solución.