Rafa y José Manuel son dos recién licenciados, uno en Administración y Dirección de Empresas y el otro en Magisterio, que decidieron lanzarse a la piscina del emprendimiento en pleno confinamiento. El resultado es Shisha Córdoba Califa, una empresa que vende «cachimbas, accesorios y artículos para el fumador», explica Rafa. «Decidimos montar algo al ver que no había trabajo, aprovechando la demanda creciente de este tipo de productos que se produjo durante el confinamiento, cuando fumar en cachimba empezó a ponerse de moda como forma de ocio en casa», señala. Tras unos meses funcionando en redes sociales, decidieron alquilar un local en la avenida Guerrita que será almacén y punto de venta al público en breve. Sus expectativas se han visto truncadas en parte tras la prohibición de fumar a menos de dos metros, ya que entre sus clientes tenían a bares y locales de ocio. «Echamos en falta más ayudas para los emprendedores», comenta Rafa, que compagina la actividad con un máster. «A la hora de pagar facturas o impuestos no hay excusa que valga, pero no hay incentivos para animar a crear nuevos negocios».