Lorena Ruiz es licenciada en Derecho y técnico superior de Administración y Finanzas. Madre de una niña, a sus 33 años se queja de que, «si eres mujer y tienes hijos, muchas empresas no te quieren porque suponen que el cuidado depende de ti». Desde que empezó a trabajar, ha conseguido empleos como administrativa laboral a través de empresas de trabajo temporal como Adecco, mediante la que ha conseguido su actual trabajo, tras un periodo con un contrato temporal. Pese a ello, se queja del mercado laboral. «A veces te piden mucha formación para un sueldo muy bajo y otras te rechazan por estar sobrecualificada», comenta. Lo que más la limita es tener familia, algo que no debería pesar más a las mujeres que a los hombres. De hecho, quedarse embarazada le costó un empleo. «Me echaron tras una pequeña baja durante el embarazo», explica, «pero también me ha pasado que he hecho una entrevista, ha habido feeling, todo perfecto y, en el último momento, me han preguntado que si tenía pensado formar familia y, al decir que tengo una hija, me han dicho ya te llamaremos». En su opinión, «a los hombres no les pasa».

RAFA GARCÍA / TÉCNICO DE LABORATORIO

«Me ofrecieron un empleo fijo pero no quise dejar los estudios»

Rafa García tiene 33 años, es técnico de laboratorio clínico y este año ha repetido la Selectividad porque quiere estudiar Enfermería. Desde los 18 años, no ha dejado de trabajar en todo tipo de empleos esporádicos con los que se ha pagado los estudios y ha podido hacerse cargo de sus gastos. «Mis padres nunca me han dicho nada, pero yo quería contribuir y, desde que trabajo, no me tienen que dar dinero ellos», explica sin reservas.

Pese a su juventud, tiene mucha experiencia laboral, acumulada en multitud de trabajos temporales, aunque ninguno relacionado con la rama sanitaria para la que se ha formado. «He trabajado como camarero, en hoteles, en una fábrica de frigoríficos, en tiendas, de todo un poco», explica. En este tiempo, ha recibido una oferta de trabajo estable de una de las empresas que lo contrató para un empleo temporal. «Fue en la fábrica de frigoríficos y, aunque me encantaba la forma de trabajo y la formalidad de la empresa, no lo acepté porque no quería dejar los estudios», comenta. Desde hace casi dos años está en Adecco. En su opinión, «quien quiere conseguir un trabajo, lo encuentra porque siempre hay cosas que nadie quiere».