La sequía ha generado en el campo cordobés hasta ahora unas pérdidas de 14,2 millones en la agricultura cordobesa y 59,4 en la ganadería, según ha explicado esta mañana el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, que ha dado a conocer el balance del año agroganadero de la provincia.

Esas perdidas, en lo que se refiere a la agricultura, se han visto amortiguadas por cultivos como el olivar y los cítricos que están arrojando resultados algo más positivos. En la ganadería, el problema fundamental ha sido la falta de alimento natural en el campo que ha provocado que los agricultores tengan que gastar mucho más de lo previsto en suplementar la alimentación de la cabaña.

En cuanto al balance, Fernández de Mesa indicó que «la climatología no ha sido nada favorable. La pluviometría ha estado en la media, pero acompañada de altas temperaturas continuas, lo que ha ocasionado que se evapore rápidamente, no profundice y los embalses se encuentren vacíos».

Asi, ha dicho, las consecuencias son «una bajada generalizada de las cosechas en la campaña 2016/2017 y probables malas cosechas en la campaña 2017/2018».

Los cultivos que mas han notado las repercusiones climáticas han sido los cereales, sobre todo el girasol, al llegar la producción a las 1.000 kilos por hectárea, pero de poca calidad lo que influyó negativamente en el precio. Fernández de Mesa auguró un mal futuro a este cultivo.