El sindicato de enfermería Satse ha advertido al Servicio Andaluz de Salud (SAS) de que a pesar de que los datos de agresiones a los profesionales sanitarios durante el primer semestre de este año en Andalucía, un total de 494, son "más favorables" que en años anteriores, "son coincidentes con la situación derivadas del confinamiento durante la pandemia, tanto es así que ya percibe un repunte en las mismas en los dos últimos meses".

Según los datos proporcionados por el SAS a Satse, como indica el sindicato en una nota de prensa, entre enero y junio de 2020 se han producido un total de 494 agresiones a profesionales sanitarios, de ellas 413 físicas y 81 no físicas, un número inferior al mismo periodo de 2019, cuando se produjeron 753 agresiones en total, 606 físicas y 147 no físicas.

De manera generalizada, en todas las provincias andaluces esas agresiones han descendido. Por provincias, Sevilla es la que sigue sufriendo más agresiones con 143, seguida de Málaga con 108, Córdoba con 58, Cádiz con 57 y Huelva con 39. A la cola están Almería con 37, Jaén con 34 y Granada con 19 agresiones.

A su vez, el sindicato de enfermería valora el Plan de Prevención y Atención de agresiones para los profesionales de sistema sanitario público andaluz, que fue aprobado en Consejo de Gobierno y publicado de manera oficial en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), aunque considera, como ya ha manifestado en otras ocasiones, que la Administración sanitaria tiene que seguir incorporando medidas más contundentes y de prevención frente a las agresiones a los profesionales sanitarios en el desempeño de su actividad.

Satse recuerda que lo más destacado de dicho plan, en el que resalta haber participado "activamente", es la incorporación una nueva figura para el acompañamiento al profesional agredido, con formación específica, que ejercerá como guía en la prevención de agresiones y actuación ante las mismas, facilitando la asistencia sanitaria, psicológica, jurídica y administrativa que precise.

También contempla reforzar las medidas de seguridad en los centros sanitarios y las condiciones de seguridad en los lugares de trabajo, así como la mejora de la coordinación entre los interlocutores policiales territoriales sanitarios, los interlocutores sanitarios, los directivos de los centros y las asesorías jurídicas provinciales que también se reforzarán.

Por todo ello, a juicio de Satse, el Plan de Prevención y Atención de Agresiones es "un paso importante" para reforzar las medidas para la protección de los profesionales sanitarios ante agresiones; no obstante, el Sindicato de Enfermería ha manifestado a la administración que seguirá velando y luchando porque se incorporen al Plan de Agresiones otra serie de medidas preventivas proactivas urgentes.

Entre otras, a juicio de la organización sindical, el SAS debe tener en cuenta factores como la dotación de recursos humanos suficientes con respeto a las ratios recomendadas por las organizaciones internacionales a fin de evitar situaciones de conflicto generadas por largas demoras en la atención, reducir listas de esperas y tiempos de espera y disminuir la eventualidad del personal, ya que en muchos casos la inseguridad del profesional por el desconocimiento de un servicio deriva también en agresiones.

De igual forma, Satse propone en Diraya (Sistema de información asistencial corporativo del SAS) algún sistema de identificación para agresores, accesible para todos los profesionales, a la vez que insiste en la "necesidad importantísima" de regular por ley el reconocimiento de delito a la autoridad pública la agresión al personal sanitario.