La reforma del sistema de cotización de los autónomos que tiene en mente el Gobierno ha sido recibida de diferente forma entre unos sectores y otros. A falta de que se concrete y de conocer más detalles, ya ha suscitado aplausos y críticas. Aplausos, entre los autónomos que consideran que quien cobre más debe pagar más; y críticas, entre los que temen que conlleve pérdida de actividad y perciben que este no es el momento idóneo para un sistema por tramos. También hay quien tiene dudas y la percibe con escepticismo.

La idea no desagrada a Silvia Alcaide, una autónoma dedicada a la distribución de productos cárnicos y de hostelería, que la ve «positiva y justa», al contrario del sistema actual, ya que «no es lo mismo facturar una cantidad que otra y los tramos ahora mismo son idénticos para todos». No obstante, se muestra prudente hasta saber cómo concretará el Gobierno la propuesta.

A David Borrego, de Becerra Peluqueros, le parece «bien que se pague en función de lo que se gana», al igual que a José Manuel Infante, que tiene una tienda de ropa en José María Martorell desde diciembre del año pasado y que ahora mismo, con la situación que vive el sector, no ve clara su continuidad, ya que «todo está fatal». Aunque en su caso paga la cuota mínima, debe abonar el alquiler del local en el que está en tiempos en los que las ventas están bajo mínimos.

El abogado Antonio Leña, por su parte, ve en la propuesta ventajas e inconvenientes, ya que, por un lado, «beneficia al que empieza y tiene pocos ingresos» y, por otro, «perjudica al abogado consagrado».

Pocas bondades le ve a la reforma el taxista Ramón González, que, aunque piensa que hay que esperar a conocer al detalle los cambios, asegura que, «si implica pagar más dinero por la cotización, en estos momentos haría mucho daño» y «podría hacer que desaparezcan autónomos, que tendrán que dejar la actividad». A este sector la crisis le está afectando de forma «brutal», ya que, según explica, «no hay turismo o este está bajo mínimos, no hay ocio nocturno, y a la 1.30 horas no hay nadie en la calle, y los sábados y domingos no se mueve nadie». Por ello, «cambiar el sistema de tributación y pagar más sería la puntilla».

Miguel Ángel Bonilla, de Miguel Selección, es partidario de todas las medidas que favorezcan a los autónomos pero tiene sus dudas de que esta reforma vaya a hacerlo. Bonilla considera que los autónomos «somos los grandes olvidados del Gobierno» y que «en España somos siempre los más perjudicados y los derechos aquí son mínimos», por lo que se muestra escéptico. Además, una de las cuestiones que más le preocupa es que se garantice la jubilación, ya que «cuando llegue, no sabemos si cobraremos o no».

«Cobrar en base a los ingresos está bien pero, después, que se respete la jubilación», que «nos aseguren, al menos, una pensión mínima». Eso es lo que piensa José Antonio Galeote, del restaurante La Carihuela, que considera que «este no es un buen momento para tomar medidas».

José Martínez es un autónomo que trabaja en el sector de la construcción. Su opinión es que esta reforma viene en un mal momento, en el que «lo que habría que hacer es bajar la cuota a todos para que puedan sobrevivir en sus sectores y no plantear ahora, en plena crisis, una cotización por tramos».