Con una extensa letanía a la Virgen de la Paz, de la que la pregonera es camarera mayor, dio comienzo anoche en el Teatro Góngora el pregón de la Semana Santa de Córdoba. Antes de que los labios de María José Sánchez comenzaran a pregonar la semana grande de la ciudad, el periodista José Antonio Luque tomó el atril para presentar a la pregonera, compañera en Canal Sur.

Tras las palabras de Luque, María José Sánchez desgranó un pregón cargado de sentimientos que afloraron en un texto marcado por el compromiso con la fe: «No entiendo hacer Semana Santa sin fe. No entiendo ser cofrade sin fe. Vestir la túnica de la soledad interior y abrir camino con luz y silencio; fajarse un costal y soportar la carga del calvario y el dolor; hacer penitencia en las calles para seguir la estela de la pasión, la muerte y la vida… Nada, nada de esto tiene sentido si no hay fe».

A lo largo de su intervención, interrumpida por el canto de una saeta, hubo constantes guiños a la ciudad, así como a las cofradías que fueron apareciendo sutilmente a lo largo del texto. La periodista hizo un llamamiento al compromiso, a la vez que reivindicó con contundencia el papel de la mujer en las cofradías. «La palabra cofrade no tiene género», señaló, para acto seguido decir que «no cabe ninguna discusión ni controversia sobre la presencia de la mujer en nuestras cofradías… Hombres y mujeres somos iguales en derechos y oportunidades y si la sociedad avanza, el mundo cofrade también tiene que evolucionar… Por sensatez, no nos podemos quedar atrás».

En el pregón no faltaron las referencias a los jóvenes cofrades y a los nazarenos. Sobre estos últimos señaló que son «el sustento de cada estación de penitencia, la columna vertebral de un guión que anuncia la verdad. Sois la luz desde la oscuridad, la intimidad en un capirote que encierra infinitas historias. Sin los pasos penitentes del nazareno no sería posible la Semana Santa». Sánchez finalizó su pregón invitando a los cofrades a vivir la Semana Santa: «Que se abra la Puerta Dorada, que entre el Señor con honores de Rey. ¡Al cielo con la Madre del Salvador! Vámonos, hermanos, a la Catedral, a arrodillarnos con orgullo ante el Sagrario donde vive Dios. Cofrades, en nuestras manos la Semana Santa… Córdoba… llévanos a la gloria. Siempre de frente Semana Santa cordobesa, con respeto y libertad… En Córdoba, siempre, paz».

Concluía así un pregón cuya principal novedad este año fue el cambio de escenario, ya que se celebró en el Teatro Góngora debido a las obras que se están realizando en el Gran Teatro, lugar donde habitualmente se celebra.

Como en ediciones anteriores, antes del pregón tuvo lugar la actuación de la banda de música de María Santísima de la Esperanza, que este año celebra su décimo aniversario tocando en este acto. La prestigiosa formación cordobesa interpretó Paz y Esperanza, de Martín Salas; Expirando en tu Rosario, de Antonio Pantión, y La Virgen del Buen Fin, de Pablo Martínez, así como Saeta cordobesa, de Pedro Gámez, y Córdoba cofradiera, de Juan José Gámez.

Entre las autoridades en el acto, estuvieron presentes el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, así como la alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio, la consejera de Justicia, Rosa Aguilar, el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, junto a otros representantes del Consistorio y de la Junta de Andalucía.