Aunque la comunidad salesiana de Córdoba celebró hace poco sus cien años de presencia en Córdoba, puede decirse que fue ayer cuando vivió la fiesta del siglo . Nada menos que 22 horas continuas de actos rodearon la llegada a Córdoba de la reliquia del fundador de la orden, San Juan Bosco, todo ello dentro de un peregrinaje de cinco años, a lo largo y ancho de cinco continentes y 132 países en los que los salesianos están presentes, y que culminará en Turín, en agosto del 2015, con la celebración del bicentenario del nacimiento del santo.

Las reliquias, procedentes de Pozoblanco (en donde la tradición salesiana está íntimamente unida a la localidad), llegaron a Córdoba a las 9.30 de la mañana, siendo recibidas en el colegio con un acto especial y una eucaristía presidida por el inspector provincial, Francisco Ruiz Millán. La enorme urna, que reproduce el sarcófago en el que descansa en Turín Don Bosco, fue depositada en el santuario de María Auxiliadora para ser honrada por devotos, fieles del barrio y, en general, la extensa comunidad salesiana de la ciudad, todo ello mientras que en el colegio comenzaba una apretada agenda de actos festivos.

El traslado de la reliquia a la iglesia de San Lorenzo (como homenaje a la parroquia y especialmente a Mariano Amaya, el sacerdote que hace un siglo propició la llegada de los salesianos a la ciudad) fue uno de los momentos más entrañables de la jornada, así como la procesión que después, sobre las 17 horas, llevó a la reliquia a la Mezquita--Catedral. Al paso de la comitiva por el Ayuntamiento, una representación de la Corporación Municipal también rindió tributo a la reliquia de Don Bosco como homenaje al legado que la comunidad salesiana ha dado a la ciudad a lo largo de un siglo.

Siguiendo el programa, preparado al minuto desde hace meses por una comisión de la comunidad, tras la solemne eucaristía en la Catedral presidida por el obispo, Demetrio Fernández, la reliquia volvió en procesión al colegio salesiano, en donde comenzó a partir de medianoche una vigilia de oración con numerosos actos.

Según lo programado, esta mañana las reliquias partirán hacia Montilla, la tercera ciudad de la provincia de Córdoba con una comunidad salesiana, no sin antes haber visitado en la capital, ya de madrugada, el convento de las monjas de San Francisco de Sales, orden con la que los salesianos guardan un estrecho vínculo.