Hablar del coche de san Fernando, un ratito a pie y otro caminando, no es ningún demérito para la romería de Linares. Al contrario. Precisamente fue Fernando III, san Fernando, el que trajo la Virgen de Linares a Córdoba en 1236 y la convirtió en la primera imagen que veneró la Córdoba liberada. Que no es poca cosa a conmemorar con una romería siglo tras siglo. Y precisamente fue en el coche de san Fernando en el que la alcaldesa, Isabel Ambrosio, encabezó desde el principio la comitiva romera de ayer. Por supuesto, acompañada por el hermano mayor de la corporación de gloria, Rafael Rey, así como por una amplia representación municipal de concejales del PSOE y del PP, romeros, 12 carrozas de peñas, además de la de la romera mayor... y poca presencia de caballistas.

Por cierto, en el concurso de carrozas ganó el premio especial la de Amigos de San Lorenzo y la de Los de Santiago logró el primer premio. Les siguieron el Coro Sol y Luna, Peinas y Volantes, Fuente de la Salud, Cultural Flora, Alegría de la Viñuela, Alminar, Ritmo y Compás, Romeros de la Mezquita, Amigos de Fátima y Romeros de la Paz.

El cortejo romero, como ya es tradicional, tomó las calles del casco histórico para dirigirse después hacia la urbanización Paraíso Arenal (en la Carrera del Caballo) y alcanzar el puerto de La Salve, apenas un cuarto de hora antes de llegar al santuario para la tradicional misa romera y, posteriormente, la entrega de premios a las carrozas, el huevo duro, el tradicional arroz...

Todo ello en una jornada que contó con un dispositivo de tráfico especial y la ordenación de espacios en dos hectáreas de las inmediaciones de santuario, además de un servicio pionero de bus de Aucorsa para quienes quisieran regresar a la ciudad a partir de las 14.30 horas. Que lo del coche de san Fernando está bien, pero no está reñido con la modernidad y cuando uno ya ha cumplido como romero.