No sabemos si Rocío Blanco Eguren (Córdoba, 1966) ha encontrado más anomalías como inspectora de Trabajo en las empresas, que como consejera de Empleo del Gobierno andaluz en la Junta. Ciudadanos la fichó en 2019 como independiente, siendo directora de la Tesorería General de la Seguridad Social en Málaga. Cuatro años antes había sido distinguida con la Orden del Mérito Policial por su lucha contra el fraude en la Seguridad Social. Estudió en las Teresianas y se licenció en Derecho en la Universidad de Córdoba (1989). Mantiene lazos con la ciudad, donde viven sus padres y muchos de sus amigos, aunque su vida está en Málaga, con su marido y sus «tres hijos boquerones», bromea, los que al parecer la animaron a dar el salto al lado oscuro.

-Dice en su biografía que se incorporó al Gobierno de Andalucía para dar un giro radical a las políticas de empleo y formación. ¿Lo está consiguiendo o vino el coronavirus y mandó callar?

-Efectivamente, por primera vez en Andalucía estábamos convergiendo con España, se estaba creando empleo a mayor velocidad y el PIB estaba subiendo, pero desgraciadamente vino esta tragedia social, económica y sanitaria que ha alterado las decisiones de todos los gobiernos del mundo.

-La última EPA nos dice que en Córdoba hay 7.000 parados menos que hace un año. Una paradoja en tiempos de covid que se achaca a los trabajadores inmersos en ERTE. ¿Es así?

-La EPA está arrojando unos datos muy confusos, que no se ajustan a estas circunstancias excepcionales. La metodología tiene dificultades para adaptarse a esa realidad de los ERTE que en Córdoba afecta casi a 6.000 trabajadores. Por ejemplo, un trabajador que ha perdido su empleo en un sector paralizado la EPA lo considera inactivo, porque no puede buscar empleo y no lo considera como parado. Durante el estado de alarma, los trabajadores que perdieron el empleo no pudieron buscar trabajo porque estaban cerradas las empresas y la EPA los consideraba como inactivos. Ahora, los vuelve a consideran como activos porque pueden buscar empleo en su sector y pasan a sumar las cifras de paro. Por eso en Andalucía se ha detectado un aumento del paro del 18,24% y ha subido en 143.000 personas. Son circunstancias excepcionales en las que los medidores habituales no sirven. En Córdoba, respecto al último trimestre del año anterior, disminuye el número de ocupados pero baja el de desempleados en 7.700. Con todo Córdoba ha dejado de ser la provincia con mayor tasa de desempleo y pasa a ser la cuarta. El dato refleja una pérdida de empleo sobre todo en agricultura y construcción y menos en industria y servicios, paradójicamente.

-¿Qué nos espera si los ERTE no se prorrogan?

-Un aumento desmesurado del desempleo. De todos maneras, los ERTE solo protegen a trabajadores indefinidos, ya que los temporales ya están en desempleo, pero si no se prorrogan los ERTE habrá una crisis social tremenda, porque están manteniendo el empleo y haciendo por primera vez que la caída del PIB no se corresponda con una caída del empleo. En el primer semestre, el PIB ha caído un 22,7% , pero los ocupados solo un 8,4% y la afiliación un 4,5%. Los ERTE, que son un producto de la reforma de Rajoy, tienen que seguir por lo menos hasta que la crisis sanitaria se estabilice, si no va a haber una debacle social y económica como no hemos conocido nunca, mucho peor que la crisis del 2008.

- ¿Podrá el Estado sustentar a todos esos trabajadores?

-No estoy en el Gobierno de España y lo desconozco, pero lo que sí le digo es que ya se han gastado los 21.300 millones de euros que le envió Europa y con todo tenemos la mayor tasa de paro de la UE. Si los ERTE se prorrogan mucho podrían entrar en una dinámica insostenible, pero el Gobierno tendrá que endeudarse y utilizar el ingenio. El covid ha aparecido sin que tuviéramos un libro de instrucciones, nadie sabía cómo gestionarlo, pero los acontecimientos han desbordado la capacidad de gestión del Gobierno central. En todo caso, los ERTE se tienen que mantener.

-¿Cómo cree que se comportará el mercado laboral de Córdoba en los próximos meses? ¿Cuándo llegará el pico y para cuándo espera la mejoría?

-El pico lo esperamos para cuando terminen los ERTE, que en principio está previsto que acaban el 31 de enero, o sea en el primer trimestre del año y rondará el 30%. Entiendo que deberíamos resolver lo de los ERTE para poder insuflar tranquilidad a las empresas y los trabajadores. En Alemania se ha resuelto prolongándolos hasta el 31 de diciembre del 2021. La mejoría económica no me atrevería a decir para cuando porque pasa por controlar la pandemia. De todos modos, los sectores económicos en Córdoba gozan de buena salud, tenemos sectores en la provincia muy potentes y en algunos casos punteros en toda España como el del frío industrial, la madera, la joyería, agroalimentario, el turismo o la biomedicina con el Imibic. El potencial en Córdoba ha permitido que los datos de desempleo no sean ahora tan malos como podríamos esperar, por la fortaleza de esos sectores.

-En la capital sí hay mayor dependencia de sectores como el turismo, el comercio y la hostelería más afectados por la crisis, ¿hacia dónde deberían enfocarse?

-En esta pandemia se está viendo que muchas empresas se tienen que reinventar y tienen que empezar a formar a los trabajadores en los nuevos movimientos empresariales, en digitalización. Por contra hay empresas que se van a beneficiar de la crisis, como los servicios de tecnología de la información. El futuro tiene que venir por la innovación y los cambios de la digitalización, y la economía verde. Sé que es muy fácil decirlo y muy difícil hacerlo, porque las empresas que han apostado por el turismo es muy complicado que se reinventen. Ahora más que nunca la formación para el empleo juega un papel fundamental, porque encontramos un desfase entre las necesidades de las empresas para ser competitivas y la cualificación de los trabajadores. Por eso también es positivo aprender idiomas y adquirir nuevas habilidades que les permita salir de este agujero en el que están.

-Córdoba, precisamente, será la primera provincia en poner en marcha la FP para el empleo con el nuevo sistema de licitación. ¿En qué consiste ese modelo y qué persigue con estos nuevos cursos de formación que antes solo impartían la patronal y los sindicatos?

-La reactivación de la formación para el empleo, parada en Andalucía desde el año 2011, es uno de los proyectos estrella de la Consejería. Es la política activa de empleo más eficaz. En Córdoba, la reactivación de la formación ha supuesto una inversión de 6 millones, 2,7 millones de licitaciones específicas para la provincia. Se hicieron encuentros con los agentes económicos y sociales para determinar qué necesidades formativas había. Además hemos sacado una de turismo y hostelería, transversal para toda Andalucía, otra de digitalización y ayer se publicó una licitación para la construcción con la que poder formar a encofradores, ferallistas o operadores de maquinaria, ahora que este sector está reviviendo. Hemos rechazado el sistema de subvenciones que se ha mostrado ineficaz y con tanta prolijidad de situaciones judicializadas y hemos apostado por un sistema novedoso en España: la licitación pública a través de la ley de contratos del Estado, que nos dará seguridad jurídica, celeridad y transparencia. Cualquier operador de formación puede ser adjudicatario.

- ¿Cómo han tomado este cambio los sindicatos y la patronal?

-Creemos profundamente en el diálogo social y todas las medidas que tomamos en la Consejería se hacen dentro de él. No se hace nada si no hay consenso. Lo que percibimos es que están en total consonancia con nosotros.

-Varios informes auguran la caída del PIB en Córdoba en 2020 superior al 9%. Ante el escenario venidero, ¿cuál es su previsión?

-En el peor de los escenarios se augura una caída del 12,2% y en el mejor, del 9,4%, que aunque es una caída tremenda es similar a la de la anterior crisis, cuando la bajada del PIB llegó al 8,6%. Con todo es un descenso menos acusado que en el resto de Andalucía. El impacto depende en gran medida de la estructura productiva. Las provincias con más peso el turismo y la hostelería tendrán una caída superior que Córdoba que aguanta por la fortaleza de sus sectores económicos. Son datos tremendos, pero si lo comparamos con otras provincias, Córdoba resiste mejor que el resto.

-¿Podemos permitirnos un nuevo confinamiento en Andalucía?

-No nos podemos permitir un nuevo confinamiento, sería tremendo, supondría el cierre de miles de empresas y sería un auténtico drama. En el anterior confinamiento, 1 de cada 3 empresas andaluzas tuvo que paralizar su actividad y se han perdido 70.000 empleos en Andalucía. No aguantaríamos un nuevo confinamiento.

- ¿La Consejería de Empleo va a activar algún plan específico para las provincias con mayor tasa de desempleo?

-Hemos activado el Plan AIRE, que ha supuesto la contratación de 12.000 personas que no estaban protegidas por los ERTE, trabajadores temporales que han sido los grandes olvidados en esta crisis. Para el año que viene tenemos en proyecto medidas sobre todo para cuando finalicen los ERTE. Lo estamos cerrando y lo haremos con robotización y automatización de los procesos, porque no tiene sentido que aprobemos ayudas que lleguen a las empresas un año después. Lo hemos hecho ya con las ayudas a los autónomos, cuando gestionamos 65.000 solicitudes en tres meses, y ahora lo estamos haciendo con las ayudas de alquiler.

-Si logran pactar los presupuestos, ¿qué partidas se destinarán a empleo en Andalucía?

-Estamos negociando y no le puedo adelantar nada.

-Parece que Vox va a poner más complicada la negociación en esta segunda parte de la legislatura.

-Esperemos que no. Las relaciones son excelentes y en nuestra consejería tenemos una relación muy buena con ellos, y me consta que también con Hacienda y con el resto del Gobierno. Esperemos que poco a poco se vayan allanando las pequeñas distorsiones que hay ahora y que se hagan unos presupuestos que tan necesarios son para los andaluces.

-Los ayuntamientos esperan el maná de los fondos europeos, ¿en qué deberían invertirse?

-La UE lo ha dicho muy claro: innovación, digitalización y economía verde, políticas de empleo y formación, profesional del empleo. Pero antes del 2023 no creemos que lleguen. Hay que ir haciendo los proyectos y que aúnen la mayoría de las voluntades, y si incluyen varios ayuntamientos mejor porque eso es muy atractivo para Europa.

- ¿Cree que es útil el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) para buscar empleo?

-Ahora mismo no. La intermediación del SAE es de un 2,7%, con la formación para el empleo, la mejora de este servicio es uno de los objetivos de la Consejería. Necesitamos relacionar las competencias de las personas trabajadoras con las necesidades del tejido productivo y simplificar los procesos de intermediación. Tenemos dos proyectos: uno que es la gestión integral del SAE, que ya se ha adjudicado, con la que se pretende dotar de herramientas informáticas de alta productividad la orientación y la intermediación, utilizar herramientas para el análisis estadístico , y además se está licitando un sistema de análisis estadístico de la oferta y la demanda. Una plataforma de big data que sirva par explotar la información, porque nos hemos encontrado con un SAE que no dispone de información y sin datos no puedes adoptar decisiones.

-¿Se siente ya política; se arrepiente de haber dado el salto al ‘lado oscuro’?

-Arrepentirme no, porque tengo vocación de servicio público, soy funcionaria pública. Al final somos servidores públicos en el sentido anglosajón del término, public servans. Hasta ahora me limitaba a ejecutar lo que otros decidían y ahora tenemos la posibilidad de hacer cosas por los andaluces de forma directa. Nos estamos dejando la piel en la consejería, en mi equipo nadie tenía experiencia política previa, todos somos gestores, pero creo que la política está necesitada de gestores que ordenen el servicio público. Nos hemos encontrado con unos funcionarios excepcionales, que están haciendo un trabajo magnífico y nos sentimos parte de ellos. Todos hablamos el mismo lenguaje administrativo. Somos uno y no hay diferencia entre nosotros.